Escarp, la 'superteniente'

Assumpta Escarp se va a convertir en la responsable municipal con más cargos simultáneos: tercera teniente, responsable de Seguridad, edil de Ciutat Vella, portavoz del gobierno y presidenta de TMB. No es la primera vez que esta concejal se ve al frente de varias guerras simultáneas; en el mandato anterior lo fue de Urbanismo y del Eixample, distrito en el que siguió hasta ayer.

Estudió derecho y su andadura política no se inició en las filas del PSC, sino del extinguido PSUC. Como otros militantes del llamado sector moderado -también etiquetado como eurocomunista -aterrizó en brazos de...

Assumpta Escarp se va a convertir en la responsable municipal con más cargos simultáneos: tercera teniente, responsable de Seguridad, edil de Ciutat Vella, portavoz del gobierno y presidenta de TMB. No es la primera vez que esta concejal se ve al frente de varias guerras simultáneas; en el mandato anterior lo fue de Urbanismo y del Eixample, distrito en el que siguió hasta ayer.

Estudió derecho y su andadura política no se inició en las filas del PSC, sino del extinguido PSUC. Como otros militantes del llamado sector moderado -también etiquetado como eurocomunista -aterrizó en brazos del socialismo. A mediados de la década de 1980 se incorporó al centro de investigación del hospital del Mar. En Salud Pública ya trabajó con el equipo de Joan Clos y, más tarde, también lo hizo cuando este fue concejal de Ciutat Vella. Desde entonces, Escarp fue pieza clave de confianza para Clos, sobre todo como jefa de su gabinete desde 1995 hasta 2003. Se ganó la fama de controladora y de ser prácticamente la sombra -y el cortafuegos -del ex alcalde. En 2003, formó parte de las listas del PSC y como edil su primera responsabilidad fue la de Participación Ciudadana. Desde esa cartera, Escarp fue la artífice de la ordenanza de civismo que fue fruto del descontento por los problemas del espacio público. Resultó una ordenanza muy controvertida para todos. Para CiU y PP porque se quedaba corta y para ICV y los vecinos porque se pasaba. Después, asumió la cartera de Urbanismo y Eixample. Repitió en la lista de Hereu y este la nombró edil de Seguridad en su gobierno. Mantenía una relación que, sin ser del sanedrín del alcalde, este siempre le ha dispensado un trato deferente. Sobre todo porque ocupa la cartera de Seguridad, una de las más sensibles. El aterrizaje de una mujer al mando de agentes uniformados también provocó resistencias en ese cuerpo. Mano dura y trabajadora, podrían ser dos de sus señas de identidad. En las diferentes crisis que ha sufrido Barcelona, como la del apagón y la de pasada nevada, ha sido la cara del equipo de gobierno más vista.