Por una Cuba democrática
El jueves día 13 se publicaba un acto pro-democracia en Cuba firmado por un grupo de artistas y personas de la cultura en general, españoles y de algún otro país como Perú; y el mismo día, EL PAÍS publicaba un artículo del escritor cubano Arturo Arango. Pensé para mis adentros: ¡vaya lección!
Algunos intelectuales o famosos españoles que colaboraron sin duda firmando todo tipo de manifiestos contra la dictadura franquista, trasladan miméticamente aquella situación a la de la Cuba actual, y aquí con el pequeño país del Caribe se sienten fuertes para mostrar su democratismo, fuerza que po...
El jueves día 13 se publicaba un acto pro-democracia en Cuba firmado por un grupo de artistas y personas de la cultura en general, españoles y de algún otro país como Perú; y el mismo día, EL PAÍS publicaba un artículo del escritor cubano Arturo Arango. Pensé para mis adentros: ¡vaya lección!
Algunos intelectuales o famosos españoles que colaboraron sin duda firmando todo tipo de manifiestos contra la dictadura franquista, trasladan miméticamente aquella situación a la de la Cuba actual, y aquí con el pequeño país del Caribe se sienten fuertes para mostrar su democratismo, fuerza que por otra parte les falta en la actualidad, con las miserias de sus propios países. Me encantó la rápida respuesta al día siguiente en este mismo periódico de Rosa Montero y Antonio Elorza, se les notaba atrapados por el notable escrito de Arango. Les decía este simplemente que también hay muchos demócratas que no quieren una Cuba en manos de la mafia de Miami, y para quienes democracia también es independencia y justicia social: ya saben, que todos estudien, tengan sanidad, que no gobierne el mercado...