Omisión

En el suplemento Babelia del pasado 24 de abril, el escritor y periodista Álvaro Colomer se queja del desinterés que existe entre los escritores españoles respecto de los conflictos bélicos recientes en que se ha visto envuelto nuestro país y, singularmente, los de Irak y Afganistán. Según dice, salvo por Fernando Marías, Antonio Lozano y Eduardo Martín de Pozuelo y Jordi Bordas, el interés de los literatos españoles por esas guerras es nulo, por lo que para enterarse de ellas hay que acudir a los corresponsales.

Como él sabe, comparto en líneas generales su tesis, así como las i...

En el suplemento Babelia del pasado 24 de abril, el escritor y periodista Álvaro Colomer se queja del desinterés que existe entre los escritores españoles respecto de los conflictos bélicos recientes en que se ha visto envuelto nuestro país y, singularmente, los de Irak y Afganistán. Según dice, salvo por Fernando Marías, Antonio Lozano y Eduardo Martín de Pozuelo y Jordi Bordas, el interés de los literatos españoles por esas guerras es nulo, por lo que para enterarse de ellas hay que acudir a los corresponsales.

Como él sabe, comparto en líneas generales su tesis, así como las interpretaciones de ese desinterés, pero no me parece elegante que habiéndolo leído, como me consta, omita la existencia de un libro titulado Y al final, la guerra, publicado en 2006, y en el que Luis Miguel Francisco y el abajo firmante, escritores en activo, reconstruimos la intervención española en la guerra de Irak sobre la base de más de un centenar de testimonios de los soldados que la protagonizaron y de sus jefes (labor a fecha de hoy sin parangón en los trabajos hechos por periodistas al respecto).

Es verdad que de la existencia de ese libro nunca se informó en las páginas de este diario, pero les remito estas líneas para que no crucen, frente a sus lectores, la línea que separa la información incompleta de la pura y simple desinformación.