Un proceso repleto de fotos que aún no ha fructificado

El cenagoso proceso para lograr la fusión de las cajas que ayer vivió un episodio más se inició con una foto el 24 de noviembre en el Parlamento. Esa mañana, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, recibió en una de las salas de la Cámara al director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, y al presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso. Feijóo les comunicó a ambos su apuesta por integrar las dos entidades y les dio una semana para pronunciarse.

Minutos después y vista la resistencia inicial de Caixanova a la fusión, el presidente bajó al hemiciclo y votó a favor de un...

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El cenagoso proceso para lograr la fusión de las cajas que ayer vivió un episodio más se inició con una foto el 24 de noviembre en el Parlamento. Esa mañana, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, recibió en una de las salas de la Cámara al director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, y al presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso. Feijóo les comunicó a ambos su apuesta por integrar las dos entidades y les dio una semana para pronunciarse.

Minutos después y vista la resistencia inicial de Caixanova a la fusión, el presidente bajó al hemiciclo y votó a favor de una propuesta del BNG para reformar la Lei de Caixas. Los 75 diputados de los tres partidos apretaron el botón del sí. Pero el PSdeG no tardó en apearse del acuerdo en cuanto comprobó que populares y nacionalistas tramitaban la reforma legal para descabalgar a Julio Fernández Gayoso, principal escollo para la fusión. El órdago estaba lanzado y dejaba vieja la segunda foto del álbum de negociaciones.

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Las cámaras habían retratado semanas atrás, al inicio del proceso, a los líderes del PSdeG, Manuel Vázquez, y del BNG, Guillerme Vázquez, comprometidos ante Feijóo con el resultado de una auditoría. El 2 de diciembre, Galicia empezó a familiarizarse con el término due diligence, un estudio sobre la viabilidad de la fusión, que la Xunta había encargado a una consultora independiente. KPMG Auditores emitió un dictamen favorable pero el consenso ya estaba roto: el líder de los socialistas, Pachi Vázquez, alineado con Caixanova, se oponían a la fusión, al menos en los términos que pretendía la Xunta.

Jubilación frustrada

Entretanto, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, encabezó una manifestación en defensa de la caja del sur que reunió a 25.000 personas. La fusión que pretendía el presidente empezaba a naufragar, más cuando el Consejo de Estado emitió un informe que veía 10 indicios de inconstitucionalidad en la ley de cajas que emanó del Parlamento gallego. A las instantáneas se incorporó entonces, en representación del Gobierno central, el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, para certificar que el acuerdo entre Madrid y Santiago era imposible. La jubilación de Gayoso que ansiaban la Xunta y el BNG para imponer la fusión había fracasado. Ahora, con el veterano presidente de Caixanova sentado a la mesa, las tres partes reanudan las negociaciones. Por la vía pacífica.

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