"Constructoras y bancos pueden entrar en AENA"
El año que lleva en el cargo se le ha pasado volando, entre el nuevo modelo aeroportuario y los quebraderos de cabeza por el ruido. Pese al conflicto con los controladores aéreos, Juan Ignacio Lema (Santiago, 1949), asegura que conserva amigos en ese colectivo.
Pregunta. Los controladores han asegurado por activa y por pasiva que no va a haber problemas en Semana Santa. ¿Les cree?
Respuesta. Por supuesto que les creo. Las partes han firmado un papel de intenciones donde se pretende un diálogo sincero. Difícilmente se puede avanzar con medidas de presión, sobre tod...
El año que lleva en el cargo se le ha pasado volando, entre el nuevo modelo aeroportuario y los quebraderos de cabeza por el ruido. Pese al conflicto con los controladores aéreos, Juan Ignacio Lema (Santiago, 1949), asegura que conserva amigos en ese colectivo.
Pregunta. Los controladores han asegurado por activa y por pasiva que no va a haber problemas en Semana Santa. ¿Les cree?
Respuesta. Por supuesto que les creo. Las partes han firmado un papel de intenciones donde se pretende un diálogo sincero. Difícilmente se puede avanzar con medidas de presión, sobre todo con medidas que hasta ahora eran ilegales o alegales. En todas las conversaciones que hemos tenido con ellos han expresado su desacuerdo con el real decreto. Han decidido llevar adelante acciones jurídicas, lo que nos parece respetable y razonable, aunque no lo compartamos.
"Iremos a un modelo en que se dé al cliente de bajo coste lo que quiere"
"La tecnología hará que los controles de seguridad sean menos molestos"
"Los controladores no causarán problemas en Semana Santa"
"Los aeropuertos, bien gestionados, son un buen negocio"
P. ¿Se ha avanzado algo en la negociación?
R. No, porque llevan dos reuniones. La primera, ellos mismos lo dijeron, fue protocolaria. Ellos han contratado un bufete de abogados, nosotros otro, tratando precisamente de que sean expertos los que nos ayuden a avanzar en la negociación. Hoy hay la siguiente reunión. [Cuatro horas después de la entrevista, a mediodía del jueves, el sindicato de controladores USCA interrumpió la negociación hasta conocer su sueldo de marzo y el reparto de turnos]. La semana pasada manifestaron que les preocupaban sobre todo los temas de seguridad en el trabajo y la fijación de turnos. Querrían tener un mecanismo de cubrir las incidencias que les garantizara su disposición del tiempo. Estamos dispuestos a hablarlo, pero garantizando que las incidencias se cubran.
P. En el proyecto de ley aprobado ya por el Congreso se fijan unos criterios para las retribuciones, pero no se sabe aún cuánto van a cobrar este mes y cómo.
R. Lo sabremos esta semana. La retribución debe estar aprobada por la Comisión Interministerial de Retribuciones, y en la línea que comentó el ministro, que nos permita rebajar las tasas el 15% y la desaparición del déficit.
P. ¿Ya van a notar este mes una rebaja en la nómina?
R. Con respecto a lo que venían cobrando tradicionalmente, claro que sí.
P. Las compañías han aplaudido la actuación del Gobierno y avalado la implantación de los servicios de información de vuelo AFIS en algunos aeropuertos. Pero no he conseguido que nadie diga que va a volar a esos aeropuertos en esas condiciones.
R. No se implantarán AFIS si significa un menoscabo de la seguridad. Tendrán la misma seguridad que con el servicio de control. Porque, ¿qué es el control? En esencia no es más que, cuando hay varios aviones al mismo tiempo y en el mismo lugar, hay que separarlos para que no colisionen. Si sólo hay un avión es obvio que no pueden colisionar contra nada. Respecto a compañías, sólo puedo hablar de las declaraciones clarísimas del presidente de Iberia de que la compañía sí que volará a los aeropuertos que tengan servicio AFIS.
P. Yo no le he oído que vaya a volar, más que nada porque Iberia no vuela a ninguno de los aeropuertos donde se implantaría.
R. Yo le digo lo que he leído. Que no sería un inconveniente.
P. Las sensibilidades políticas también cuentan. Ya ha habido declaraciones de cabildos canarios en contra, porque sería considerarles de segunda.
R. No significa que sea de primera o de segunda, sino que tiene menos vuelos. Es una cuestión de eficiencia. En los aeropuertos pequeños, donde a veces es cuestionada la oportunidad de que estén abiertos, obviamente en el caso de las islas sí, por razones de conectividad, si los gestionamos reduciendo los costes se asegura su supervivencia sin que sean gravosos ni cuestionados, y que cumplan el servicio al ciudadano.
P. Se ha planteado adaptar las infraestructuras a las necesidades de las compañías de bajo coste. ¿Va a haber terminales de bajo coste, como pide Ryanair?
R. El ministro ya ha dicho que se trata de hacer un sistema más competitivo y eficiente. Para ello el marco jurídico lo tenemos que cambiar. La sociedad anónima es el método más flexible, que además nos permite aumentar los ingresos comerciales. Tenemos que ir a un modelo en que se dé al cliente lo que el cliente quiere. Pero con otro principio, el de no discriminación. Si una compañía de bajo coste vuela a un aeropuerto grande, no podemos cobrar distintas tasas. En esos aeropuertos regionales vamos a planificar las infraestructuras a largo plazo, a 10 ó 15 años, pero su ejecución va a ser más eficiente. Vamos a tratar de construir, por ejemplo, para la capacidad de los próximos cinco años. Optimizando los recursos financieros. Seguramente no tendrán la misma elegancia arquitectónica pero tendrán la elegancia de la sensatez económica y financiera.
P. ¿La entrada de los entes territoriales y empresas privadas en los consejos de administración de algunos aeropuertos complicará la toma de decisiones?
R. El elemento básico es la figura de la sociedad anónima. Nuestra idea es patrimonializar lo más posible los activos aeroportuarios. En la presentación del ministro se considera que sigue siendo dominio público el campo de vuelos, pero el resto se patrimonializa, lo que nos dará mayor flexibilidad en la gestión. Hay dos elementos más que subrayan la búsqueda de la eficiencia. Una, que pretendemos vender hasta el 30% a un socio privado, que puede hacer más incidencia en la cuenta de resultados, y la participación de los representantes de los entes territoriales también enriquecerá la gestión del aeropuerto.
P. ¿El asunto de la patrimonialización no puede llevar a problemas jurídicos cuando han sido expropiados los terrenos para ser dominio público y dejan de serlo?
R. En absoluto. Los expropiados lo fueron para un fin, un aeropuerto, que sigue ahí. Además, AENA seguirá siendo una empresa pública.
P. ¿Sería razonable la entrada como socia de una constructora?
R. Podrían entrar entidades financieras que consideren que es un buen negocio, porque, bien gestionados, los aeropuertos lo son; podrían ser operadores de aeropuertos, siempre que, como nos comentó alguno, tengan capacidad de decisión... Y en el caso de las constructoras no habría ninguna razón para que no entrasen. A la hora de la adjudicación de las obras, AENA tendrá que regirse por los principios de publicidad, concurrencia e imparcialidad, y adjudicarle las obras a la mejor oferta. Coincida o no con la empresa que tiene esa participación. La contratación en las empresas públicas está perfectamente regulada.
P. En teoría sí, en la práctica, no tanto.
R. En la práctica tendría que ser así también.
P. Ha habido un gran problema con el ruido. En Madrid concretamente se ha decidido cambiar las rutas para evitar la urbanización Santo Domingo tras la sentencia del Tribunal Supremo. ¿Se va a desvestir a un santo para vestir a otro?
R. El reto estratégico que tienen los aeropuertos de todo el mundo es compatibilizar el derecho de los vecinos con el necesario desarrollo. La importancia que le doy queda reflejada en que he creado una dirección específica al más alto nivel. Se ha cambiado la Ley de Navegación Aérea precisamente para hacer compatibles ambas cosas. En el caso de Santo Domingo, estamos estudiando cómo podemos aumentar el número de vuelos que puedan evitar esa ruta. Vamos a reducir el ruido todo lo que podamos.
P. Otro asunto que importa mucho a los ciudadanos y da mucho juego a los humoristas es la seguridad en los aeropuertos.
R. Es de los asuntos que más molestias causan. Tradicionalmente eran las colas en la facturación. Eso se ha resuelto vía tecnología, con la facturación por Internet, mediante teléfono móvil. Creo que la tecnología resolverá los problemas de los controles de seguridad. Lo que estamos haciendo es que la norma, que no la ponemos nosotros sino la Unión Europea, se cumpla de la manera menos incómoda para los pasajeros. Hemos dado instrucciones de dar toda la información posible, a ver si somos capaces de quitar la sensación de arbitrariedad. Me han llegado quejas de por qué en un aeropuerto mandan quitar el cinturón y en otro no. La respuesta es que el cinturón puede pitar, tendrá que volver a pasar, y si hay mucha cola se puede crear una congestión. Nos parece que es más cómodo, aunque parezca lo contrario, para la mayoría quitarse el cinturón para pasar. Tampoco hay grandes secretos. A las empresas que tenemos contratadas les pedimos mucha amabilidad y respeto a los pasajeros.
P. No parece muy amable que a los pasajeros se les cachee en público o que a las señoras nos descalcen por llevar tacones.
R. Nos gustaría evitarlo. Si hay algún método alternativo, trataremos de utilizarlo. En el tema de los zapatos creo que lo hay. Estamos poniendo máquinas en las que se pone el pie y dice si se necesita un análisis posterior o no. En cuanto a los chequeos, la UE está viendo la posibilidad de homologar los escáneres corporales, que para algunos pasajeros puede suponer una agresión a su intimidad. Aunque pueda parecer ciencia-ficción, en el futuro habrá algún mecanismo de deformación de la imagen que garantice la seguridad y respete la intimidad del pasajero.