La UE y el paro
La Unión Europea es un proyecto inacabado, en permanente aunque lento perfeccionamiento. No sabemos si alguna vez llegará a configurarse una unión política total y permanente y con ello desarrollar todas sus potencialidades.
Siendo el paro como es, uno de los problemas que de forma más cercana, directa y personal afectan a los ciudadanos, debería ser uno de los campos donde tendría que concentrarse y contemplarse como más necesaria la solidaridad entre los Estados miembros.
Es por ello que tendríamos que encaminarnos hacia una solución colectiva en este campo, una especie de bols...
La Unión Europea es un proyecto inacabado, en permanente aunque lento perfeccionamiento. No sabemos si alguna vez llegará a configurarse una unión política total y permanente y con ello desarrollar todas sus potencialidades.
Siendo el paro como es, uno de los problemas que de forma más cercana, directa y personal afectan a los ciudadanos, debería ser uno de los campos donde tendría que concentrarse y contemplarse como más necesaria la solidaridad entre los Estados miembros.
Es por ello que tendríamos que encaminarnos hacia una solución colectiva en este campo, una especie de bolsa común, de seguro de paro comunitario, que atendiera a la protección de las personas que tienen la desgracia de caer en esta situación. Esto sería repartir los esfuerzos, aplicar la solidaridad a este tremendo problema que sobre todo en épocas de crisis aflige a millones de conciudadanos, de personas reales que viven a nuestro alrededor; favorecería la circulación de las personas en el territorio de la Unión y con ello una mayor adecuación de la mano de obra disponible a las necesidades generales.
Sé que no es tarea fácil, que habría que llegar a una previa sincronización de toda la legislación en la materia, estudiar, cambiar y reglamentar los procedimientos, etcétera. Pero estoy seguro de que esto repercutiría positivamente en la integración de la ciudadanía, en la percepción por ésta de las bondades de la unión y de la seguridad que aporta, y a la propia comunidad en la apreciación y reconocimiento de sus valores en el resto del mundo.