CINE | La semana por delante

Amor a Liverpool

El cine del inglés Terence Davies descansa sobre tres curiosas patas: sus recuerdos de infancia y juventud -todas sus películas contienen una profunda huella autobiográfica-, su amor por la música -sobre todo, en cómo aparece en el melodrama clásico de Hollywood- y su divergente concepto del tiempo, que en sus trabajos parece transcurrir de forma diferente a la del resto de los mortales. Sus largometrajes nunca duran más de hora y media (excepto La casa de la alegría), pequeñas píldoras de añoranzas a un Liverpool que ya no existe y, de paso, mensajes críticos a una Inglaterra falta de ...

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El cine del inglés Terence Davies descansa sobre tres curiosas patas: sus recuerdos de infancia y juventud -todas sus películas contienen una profunda huella autobiográfica-, su amor por la música -sobre todo, en cómo aparece en el melodrama clásico de Hollywood- y su divergente concepto del tiempo, que en sus trabajos parece transcurrir de forma diferente a la del resto de los mortales. Sus largometrajes nunca duran más de hora y media (excepto La casa de la alegría), pequeñas píldoras de añoranzas a un Liverpool que ya no existe y, de paso, mensajes críticos a una Inglaterra falta de referentes sociales. Davies ha hecho carrera desde los años noventa muy al margen del cine habitual: Voces distantes (1988), El largo día acaba (1992), La Biblia de neón (1995), La casa de la alegría (2000) y Of time and the city (2008), joyas que apuestan por referencias literarias, que sin embargo no le alejan de la provocación sensitiva en el espectador. CaixaForum (paseo del Prado, 36) está dedicando un ciclo al autor inglés, que estará en Madrid el miércoles y el jueves (ambos, a las 19.30) para participar en los coloquios que acompañan a las distintas proyecciones.

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