El pleitista también tropieza

Al pleitista Eduardo Canabal se le reconocen amplios conocimientos en materia de normativa urbanística. Mantiene abierta una oficina de asesoría en Vigo y de ella vive profesionalmente. Pero la profusión y éxito de sus contenciosos frente al Ayuntamiento vigués por fallas diversas en el planeamiento también se atribuyen al soporte jurídico que ha ido encontrando el pleitista y que ha mantenido vivos algunos de esos casos desde hace 15 años al menos.

Esta asistencia jurídica, por su grado de opacidad, ha entrado a formar parte de una suerte de leyenda urbana desde sus mismos orígenes, co...

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Al pleitista Eduardo Canabal se le reconocen amplios conocimientos en materia de normativa urbanística. Mantiene abierta una oficina de asesoría en Vigo y de ella vive profesionalmente. Pero la profusión y éxito de sus contenciosos frente al Ayuntamiento vigués por fallas diversas en el planeamiento también se atribuyen al soporte jurídico que ha ido encontrando el pleitista y que ha mantenido vivos algunos de esos casos desde hace 15 años al menos.

Esta asistencia jurídica, por su grado de opacidad, ha entrado a formar parte de una suerte de leyenda urbana desde sus mismos orígenes, con indicios que vinculan la actividad del pleitista con actuaciones impropias en el seno de la Administración. El caso de Villa Laura, aun siendo meramente "puntual", da un fundamento de realidad a la citada leyenda urbana por la condición de alto funcionario del abogado del pleitista, Andrés Alonso Sánchez

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El proyecto de urbanización de Villa Laura fue aprobado en 2003. Se trata de un polígono de más de 400 viviendas contruido en las faldas del monte O Castro. Ya en 1997 Canabal invocó su edificabilidad (mayor) en defensa del 75% de los propietarios del suelo de otra actuación próxima, Regueiro, quienes se comprometieron a cederle por sus gestiones, que teóricamente habían dado lugar a un convenio con el Ayuntamiento, el 15% del aprovechamiento neto de sus parcelas. Pero, al cabo, el convenio resultó inviable y tampoco tuvo éxito después en Villa Laura, donde el juzgado desestimó en 2008 su demanda de anulación del proyecto de urbanización.

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