Columna

El tiempo pasa

Una legislatura pasa volando. Camino de cumplir su primer año, el Gobierno gallego debería avanzar rápida y sustancialmente en numerosos frentes de contenido e implicaciones económicas, si quiere que su balance en 2013 pueda ser razonablemente positivo.

Necesitamos firmar ya un verdadero acuerdo de competitividad y empleo entre gobierno, empresarios y sindicatos. En la legislatura pasada conseguimos avanzar en los aspectos más estrechamente vinculados con el mercado laboral y firmar un documento global excesivamente vago en sus objetivos. Lo que toca ahora es cerrar un acuerdo en la lín...

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Una legislatura pasa volando. Camino de cumplir su primer año, el Gobierno gallego debería avanzar rápida y sustancialmente en numerosos frentes de contenido e implicaciones económicas, si quiere que su balance en 2013 pueda ser razonablemente positivo.

Necesitamos firmar ya un verdadero acuerdo de competitividad y empleo entre gobierno, empresarios y sindicatos. En la legislatura pasada conseguimos avanzar en los aspectos más estrechamente vinculados con el mercado laboral y firmar un documento global excesivamente vago en sus objetivos. Lo que toca ahora es cerrar un acuerdo en la línea de lo más avanzado que se está haciendo en estos momentos. El Accord catalán y sus extensiones son la referencia, como se apuntaba ya hace unos años desde la Fundación 10 de marzo (http://www.f10m.org/img/archivos/cadernos2005_1.pdf ). Si el Gobierno quiere tener tiempo para poder ejecutarlo, aunque sea parcialmente, el verano de 2010 es un límite temporal a tener presente.

La nueva financiación universitaria debe arrancar en 2011 y sin soluciones transitorias

En buena medida relacionado con lo anterior, necesitamos contar con un plan para la internacionalización de la economía gallega, un plan para la localización de inversiones extranjeras y una cartografía actualizada de los clusters gallegos que sirva para canalizar buena parte de la política de la Consellería de Economía. A los dos primeros me referí en una columna anterior (Abriéndose al exterior, EL PAÍS, 16-12-2010). En cuanto al tercero, cabe presuponer que la Fundación Sociedade para o Coñecemento elaboró materiales úriles, por lo que parte del esfuerzo estaría ya hecho. Pero falta rematarlo. De nuevo, la experiencia externa puede ayudarnos; en este aspecto, el caso vasco es especialmente interesante. Aunque lo ideal es que sean las propias empresas las que configuren el mapa, la realidad es que eso sólo ocurre en casos contados y que el esfuerzo público debe ayudar a que cuaje la cooperación horizontal.

El aterrizaje de José Blanco en el Ministerio de Fomento ha sido muy positivo para las redes de transporte gallegas y sus conexiones con el exterior. No obstante, seguimos sin tener claro el futuro del tráfico de mercancías en el interior de Galicia y sus conexiones con Portugal y el Vala inicial del PEIT, que optaba por un tratamiento de Galicia similar al del resto de España, se ha pasado a un dibujo no exento de indefinición, en el que parece que se prefiere deslizar el tráfico de mercancías hacia las antiguas plataformas en la confianza de que eso será suficiente. Viendo lo que se está haciendo en el resto de la península, o somos muy inteligentes o lo estamos siendo muy poco. Creo que sería bueno que la Xunta aprovechase la buena disposición del ministro de Fomento para aclarar de una vez todas las dudas y asegurarse de que estamos haciendo lo correcto antes de que sea demasiado tarde. Porque las obras avanzan.

El nuevo sistema de financiación universitario debe arrancar en enero de 2011. Las deficiencias del actual desaconsejan tirar de nuevo de soluciones transitorias, como se hizo entre 2001 y 2004, con graves costes para las universidades. Necesitamos un nuevo plan que incremente los recursos globales, que introduzca incentivos más poderosos para mejorar sustancialmente el nivel medio de nuestras universidades y que, como el actual, rija en un horizonte temporal extenso: seis años. Eso significa que en el primer semestre debería existir una propuesta encima de la mesa. Propuesta que debería ser cerrada entre todas las partes durante el tercer trimestre, a fin de que los presupuestos para 2011, tanto de la Xunta como de las universidades, pudieran recoger adecuadamente los cambios.er adecuadamente los cambios. Es verdad que a escala estatal se está discutiendo también sobre estas cuestiones. Pero es posible que la discusión se alargue, y Galicia cuenta ya con cierta experiencia para evitar errores y mejorar significativamente la situación actual. Además, siempre estamos a tiempo de adaptar el sistema sobre la marcha.

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Para finalizar, también el actual Plan gallego de I+D+i vence en 2010. El Plan Incite supuso un enorme avance respecto a lo heredado por el bipartito. Pero la brecha innovadora en nuestra contra es tan grande que 2011 debería marcar el arranque de una nueva planificación que nos permitiese seguir convergiendo con los espacios más innovadores de España. Y eso quiere decir, de nuevo, que antes de fin de año deberíamos tener un texto cerrado.

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