La Sardina abre el Carnaval

Ni los disfraces, ni el Dios Mono. Este año, la Sardina, relegada siempre al papel más sufrido, el de cerrar la fiesta con su entierro, pasa a protagonizar el cartel de los Carnavales donostiarras, que se celebrarán del 11 al 15 de febrero próximos.

De los 357 originales presentados a concurso, el Ayuntamiento donostiarra ha elegido el diseñado por la joven empresa Haatik, en el que una sardina se defiende con un extintor de su inevitable quema y, por lo tanto, del final del Carnaval.

"Queríamos hacerle un pequeño huequito a la Sardina, a la que nunca o muy pocas veces se le ha h...

Ni los disfraces, ni el Dios Mono. Este año, la Sardina, relegada siempre al papel más sufrido, el de cerrar la fiesta con su entierro, pasa a protagonizar el cartel de los Carnavales donostiarras, que se celebrarán del 11 al 15 de febrero próximos.

De los 357 originales presentados a concurso, el Ayuntamiento donostiarra ha elegido el diseñado por la joven empresa Haatik, en el que una sardina se defiende con un extintor de su inevitable quema y, por lo tanto, del final del Carnaval.

"Queríamos hacerle un pequeño huequito a la Sardina, a la que nunca o muy pocas veces se le ha hecho una referencia, y jugar con el concepto de que no se acabe la fiesta, sin complejos en cuanto al disfraz o el diseño", explicaba ayer Ibai González, representante de Haatik, quien posó disfrazado del pescado azul para la realización del cartel.

Otro aspecto sobresaliente de la imagen es que reproduce la estética de las películas de serie B de los años 50 y otras más recientes, como Mars Attacks, de Tim Burton.

El cartel fue elegido porque, en palabras de concejal de Cultura, Denis Itxaso, refleja muy bien "esa falta de sentido del ridículo" que resulta necesaria para vivir con toda su intensidad esta celebración.

Con ese mismo espíritu y desparpajo el vecino del barrio de Altza José María Arrieta participa desde hace más de 20 años en la fiesta, lo que le ha valido ser elegido en 2010 para encarnar al Dios Momo a sus 59 años.

Este entusiasta del Carnaval se ha hecho notar en la ciudad con divertidos disfraces como los de Sor Citroën, Carmen la pescatera, Sancho Panza o su propia abuela. Los donostiarras han visto sus improvisaciones en la calle, pero también mezclándose con las comparsas del desfile de Carnaval.

Durante su mandato, estará acompañado de su hija Maite y por dos integrantes de la comparsa Santa Barbara de su barrio, Altza.