"Sáquenme. Me muero. Estoy con dos niños"

Puerto Príncipe, la capital de Haití, es la imagen de la devastación absoluta. Y su sonido, una letanía de súplicas desesperadas de los heridos bajo los escombros o de quienes buscan a los suyos. En cada recodo, grupos de cadáveres amontonados. "Por favor, sáquenme de aquí. Me muero. Tengo dos niños conmigo", gritaba una mujer bajo los escombros de un jardín de infancia en la zona de Canapé-Vert. Sin hospitales y sin comunicaciones, miles de haitianos se debaten entre la vida y la muerte en medio de los cadáveres. "Puerto Príncipe está devastada. Hay muchas muertes. ¡Socorro, ayudadnos!", recl...

Puerto Príncipe, la capital de Haití, es la imagen de la devastación absoluta. Y su sonido, una letanía de súplicas desesperadas de los heridos bajo los escombros o de quienes buscan a los suyos. En cada recodo, grupos de cadáveres amontonados. "Por favor, sáquenme de aquí. Me muero. Tengo dos niños conmigo", gritaba una mujer bajo los escombros de un jardín de infancia en la zona de Canapé-Vert. Sin hospitales y sin comunicaciones, miles de haitianos se debaten entre la vida y la muerte en medio de los cadáveres. "Puerto Príncipe está devastada. Hay muchas muertes. ¡Socorro, ayudadnos!", reclamaba a sus colegas Louise Ivers, de Partners in Health.