Cartas al director

'PPolitización' de las aulas

He tenido la desgracia de ver por televisión el espectáculo del líder del Partido Popular, Mariano Rajoy Brey, impartiendo doctrina política partidista a un conjunto de niñas y niños de aproximadamente 10 a 12 años, y dentro de una escuela concertada que, al parecer, le había invitado. Varias veces insistió en que el Gobierno actual "lo hace mal", tanto respecto de la crisis económica como de otras cuestiones. Puro discurso parlamentario de oposición, o mitin a militantes, con la particularidad de no dirigirse a adultos, sino a niños de corta edad.

La Convención de Derechos del Niño, vi...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

He tenido la desgracia de ver por televisión el espectáculo del líder del Partido Popular, Mariano Rajoy Brey, impartiendo doctrina política partidista a un conjunto de niñas y niños de aproximadamente 10 a 12 años, y dentro de una escuela concertada que, al parecer, le había invitado. Varias veces insistió en que el Gobierno actual "lo hace mal", tanto respecto de la crisis económica como de otras cuestiones. Puro discurso parlamentario de oposición, o mitin a militantes, con la particularidad de no dirigirse a adultos, sino a niños de corta edad.

La Convención de Derechos del Niño, vigente en España, en su artículo 29 preconiza la disposición de los niños hacia valores superiores, como el respeto de los seres humanos y los principios de la Carta de la ONU. (Eso es el núcleo de la Educación por la Ciudadanía, vigente en casi toda Europa y en España, tan denostada por el PP).

Pero su artículo 19 pone en guardia contra algo muy distinto, "toda forma de perjuicio o abuso físico o mental". La manifestación de abuso últimamente citada cuadra perfectamente en la arenga de un político que a niñas y niños de corta edad quiere imponer sus particulares opciones dentro de la contienda entre partidos. ¿Para qué, para que le voten dentro de siete años? ¿O para que den el recadito a papá y mamá hacia el voto en tal sentido?

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En fin, el hecho es que la intervención de Rajoy y la aquiescencia ante tales palabras por parte de quien debía en esa aula velar por la "dignidad del niño" (artículo 28.2 de la Convención) son hechos que me parecen indignantes.

Archivado En