"Un país libre que acabe con el monolingüismo"

La nueva Xunta no ha tocado una sola coma de la normativa lingüística que aprobó el bipartito. Lo evidencia el DOG, inédito en esta materia desde marzo, y lo admitió ayer mismo el conselleiro de Cultura, Roberto Varela: "La política lingüística actual no tiene ninguna diferencia con la del pasado". Sólo la encuesta que el Ejecutivo de Feijóo encargó a finales de curso, con una abstención del 42% entre los padres y un coste para la Administración que superó los 160.000 euros. La consulta, criticada por la práctica totalidad de la comunidad educativa -que le achaca falta de rigor- serviría de ba...

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La nueva Xunta no ha tocado una sola coma de la normativa lingüística que aprobó el bipartito. Lo evidencia el DOG, inédito en esta materia desde marzo, y lo admitió ayer mismo el conselleiro de Cultura, Roberto Varela: "La política lingüística actual no tiene ninguna diferencia con la del pasado". Sólo la encuesta que el Ejecutivo de Feijóo encargó a finales de curso, con una abstención del 42% entre los padres y un coste para la Administración que superó los 160.000 euros. La consulta, criticada por la práctica totalidad de la comunidad educativa -que le achaca falta de rigor- serviría de base para retocar el decreto del bipartito que obligaba a que al menos el 50% de las asignaturas se impartiesen en gallego.

Esos son los datos. La interpretación de los líderes del PP, en cambio, es que tras el 1 de marzo todo ha cambiado. Lo proclamó, recién reelegido presidente del PP de Pontevedra, Rafael Louzán: "Puede parecer fuerte, pero con Feijóo renació una Galicia libre. Somos libres para hablar como queremos, para educar a nuestros hijos, para pensar y opinar. Toda Galicia ganó con ese cambio".

A Louzán lo sucedió en el estrado el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que redundó en el mensaje libertario: "Quiero un país libre donde se acabe el monolingüismo y venga el bilingüismo para hablar como nos dé la gana desde las instituciones..." Aplauso cerrado entre el público que abarrotó el Pazo da Cultura de Pontevedra.

Cuando llegó su turno, el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, aportó también su grano de arena al debate, siempre en castellano. "Las lenguas sólo tienen dos enemigos: quienes las prohíben y quienes las imponen. Celebro lo que está haciendo el Gobierno de Feijóo porque está apostando por lo más importante que tiene una persona: su vida y su libertad". Otra ovación cerrada. Derrotado el bipartito, las alusiones a la lengua siguen resultando en los mítines del PP.

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