Puestos de 'souvenirs' sustituirán a las pajarerías de las Ramblas

El Ayuntamiento y los dueños acuerdan el cambio de uso

Tortugas, iguanas y gallos darán paso a productos típicos catalanes, venta de entradas y recuerdos de Barcelona en los típicos puestos de La Rambla. Eso han acordado sus dueños con el Ayuntamiento de la ciudad. Se trata de un paso más en el cambio del comercio turístico en La Rambla y su entorno que persigue el Consistorio. Trata de insuflar calidad en un mercado de souvenirs de masas en el que hay aún demasiados sombreros mexicanos. La transición no siempre es tan plácida: el acuerdo llega después de que, hace una semana, se clausurasen cuatro tiendas de souvenirs.

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Tortugas, iguanas y gallos darán paso a productos típicos catalanes, venta de entradas y recuerdos de Barcelona en los típicos puestos de La Rambla. Eso han acordado sus dueños con el Ayuntamiento de la ciudad. Se trata de un paso más en el cambio del comercio turístico en La Rambla y su entorno que persigue el Consistorio. Trata de insuflar calidad en un mercado de souvenirs de masas en el que hay aún demasiados sombreros mexicanos. La transición no siempre es tan plácida: el acuerdo llega después de que, hace una semana, se clausurasen cuatro tiendas de souvenirs.

Con el pacto, anunciado ayer, acaba una incertidumbre que empezó en 2003, cuando una ordenanza sentenció las pajarerías, que con sus 10 metros cuadrados no podían seguir sirviendo como tiendas de animales. Sólo un puesto de 40 metros cuadrados seguirá vendiendo animales. Otros seis cambiarán de actividad. Y todos se sustituirán antes del verano. El cambio costará a los dueños 1.000 euros por metro cuadrado, que podrán devolver en 60 meses. El periodo es largo porque aún están pagando los cinco millones de pesetas que les costó reformar sus puestos hace 10 años.

"Estamos satisfechos. Tenemos una gran edil de Ciutat Vella", dijo ayer la portavoz de los tenderos, Mònica Trias, sin negar la mezcla de "miedo" y "nostalgia" con la que afrontan la reforma. Valdrá la pena, opinó: "Las tiendas, variadas, darán valor añadido a La Rambla".

No aportaban valor añadido, según el Consistorio, las cuatro tiendas que clausuró el pasado día 20 por no cumplir el plan especial que Barcelona lanzó en 2008 para aumentar la calidad de las tiendas de souvenirs. Ya son ocho los establecimientos clausurados desde el verano, y el Consistorio añade que hay otros 25 expedientes abiertos.

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