Ladrones colombianos contra empresarios chinos
La policía detiene a una banda que robaba a hombres de negocios
El polígono industrial Cobo Calleja, en Fuenlabrada (194.800 habitantes), se había convertido en su campo de operaciones. Apostados en las inmensas naves de esta zona, en la que hay un tráfico enorme de mercancías de origen oriental, un grupo de ladrones colombianos controlaba a los empresarios chinos que entraban y salían tras cerrar alguna compraventa. Luego les seguían hasta sus residencias, en las que entraban tras vigilarlas a veces durante una semana, según la Policía. Los agentes han detenido ahora a los nueve integrantes de esta organización, a los que acusa de haber cometido al menos ...
El polígono industrial Cobo Calleja, en Fuenlabrada (194.800 habitantes), se había convertido en su campo de operaciones. Apostados en las inmensas naves de esta zona, en la que hay un tráfico enorme de mercancías de origen oriental, un grupo de ladrones colombianos controlaba a los empresarios chinos que entraban y salían tras cerrar alguna compraventa. Luego les seguían hasta sus residencias, en las que entraban tras vigilarlas a veces durante una semana, según la Policía. Los agentes han detenido ahora a los nueve integrantes de esta organización, a los que acusa de haber cometido al menos cinco robos con fuerza, según informó ayer la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil.
Los delincuentes operaban en un polígono industrial de Fuenlabrada
Entraban en las casas y se llevaban joyas, dinero y equipos electrónicos
Las investigaciones a esta organización habían comenzado en septiembre. Los colombianos se habían especializado en robar a empresarios chinos porque estos guardaban gran cantidad de dinero en efectivo en sus domicilios. Los integrantes de la banda vigilaban el polígono industrial y escogían a sus víctimas entre los que entraban en las naves para hacer transacciones comerciales. Cuando salían, uno o dos coches de la banda les seguían hasta sus negocios y sus domicilios.
Algunos de los delincuentes estaban especializados en vigilar todos los movimientos de los empresarios para acceder del mejor modo al interior de sus viviendas. Para ello comprobaban qué medidas de seguridad tenían en sus casas: cámaras de seguridad, portero físico o vigilantes de seguridad, facilidad de accesos...
Luego, para entrar, aprovechaban cuando la vivienda se quedaba vacía. Con una broca fina, un cincel, un berbiquí o un destornillador de grandes dimensiones, rompían el bombín de la puerta y se colaban al interior. En otras ocasiones, bastaba un plástico duro (tipo radiografía) para hacer saltar el resbalón de la cerradura y entrar sin levantar sospechas.
En el piso entraban dos o tres integrantes de la banda, que se dirigían a la habitación donde se escondían los objetos de valor, como joyas o dinero en efectivo. También sustraían equipos electrónicos de gran valor y pequeño tamaño que pudieran ser transportados con facilidad. Otros miembros de la banda se dedicaban a vigilar en el exterior para avisar si llegaba la policía, según fuentes de la investigación.
Los agentes de la Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil siguieron a los integrantes del grupo hasta una casa de Talavera de la Reina (Toledo). Allí reventaron un piso y a los 10 minutos salieron en dirección a Madrid. Los agentes, tras comprobar que habían asaltado la vivienda, decidieron detener a los ladrones, que iban en dos coches. Fue a la altura del kilómetro 35 de la autovía de Extremadura. Allí recuperaron el botín del asalto que acababan de cometer los ciudadanos colombianos. También decomisaron otros objetos de valor en los registros de los domicilios que tiene la organización en la capital.
Los agentes de la Policía Judicial les acusan de haber cometido cinco robos con fuerza en la capital, en Meco, en Torrelaguna y en Talavera de la Reina. Los nueve detenidos también están acusados de los delitos de falsedad documental, de hurto y uso de vehículo a motor y de asociación ilícita.