La caída del dólar siembra dudas sobre la economía europea

El euro se cambia a más de 1,50

El dólar sigue rebasando líneas rojas. El euro superó ayer la barrera psicológica de los 1,5 dólares (el máximo en 14 meses), y encendió todas las alarmas en Europa ante la posibilidad de que la cotización no se quede ahí y siga castigando las exportaciones. La debilidad de la divisa estadounidense amenaza la frágil confianza en la recuperación europea. Y no deja de provocar incendios. El petróleo alcanzó ayer los 80 dólares por barril -máximo en un año- y el oro superó los 1.060 dólares por onza: la debilidad del dólar alimenta el nerviosismo de los mercados.

¿Cuánto vale un dólar? Cad...

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El dólar sigue rebasando líneas rojas. El euro superó ayer la barrera psicológica de los 1,5 dólares (el máximo en 14 meses), y encendió todas las alarmas en Europa ante la posibilidad de que la cotización no se quede ahí y siga castigando las exportaciones. La debilidad de la divisa estadounidense amenaza la frágil confianza en la recuperación europea. Y no deja de provocar incendios. El petróleo alcanzó ayer los 80 dólares por barril -máximo en un año- y el oro superó los 1.060 dólares por onza: la debilidad del dólar alimenta el nerviosismo de los mercados.

¿Cuánto vale un dólar? Cada vez menos. Goldman Sachs aseguraba hace unos días que el euro podría acercarse con rapidez a los 1,6 dólares, el máximo en sus más de 10 años de vida. Merrill Lynch vaticina que esa fragilidad durará meses, aunque descarta una crisis del dólar. Pero el billete verde ha cedido ya un 20% respecto al euro en apenas seis meses. Y eso tiene un efecto devastador sobre la economía europea: el Banco Central Europeo calcula que cada 10% puede suponer una pérdida de medio punto del PIB si la depreciación se mantiene un año.

"Los 1,5 dólares por euro tienen una carga psicológica enorme", explicó ayer a Bloomberg un analista de Bank of New York Mellon. EE UU no ha dejado de repetir que quiere un dólar fuerte, pero casi nadie se toma ya en serio ese mantra: "Es un problema que nos preocupa", aseguró el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker. La escalada de declaraciones acaba de empezar.

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