El agua arrasa el bar Venecia

El colector de la avenida del Manzanares se colapsó por la tormenta y afectó a locales e inmuebles - Los vecinos dicen que es la segunda vez que pasa en un año

"Casi no nos da tiempo y nos ahogamos dentro del bar. El agua rompió la puerta, pese a que estaba cerrada, y entró de lleno. Menos mal que teníamos el piso de arriba y nos pudimos refugiar". Así de gráfico se expresaba ayer Saúl Bolaños, el dueño del bar Venecia, que quedó anegado ayer en la avenida del Manzanares. Los vecinos se quejan de que la construcción de los nuevos jardines sobre los túneles de la M-30 y la falta de un sistema de achique adecuado fueron las causas de estas inundaciones. Están hartos de la pasividad del Ayuntamiento, ya que el año pasado sufrieron una inundación similar...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

"Casi no nos da tiempo y nos ahogamos dentro del bar. El agua rompió la puerta, pese a que estaba cerrada, y entró de lleno. Menos mal que teníamos el piso de arriba y nos pudimos refugiar". Así de gráfico se expresaba ayer Saúl Bolaños, el dueño del bar Venecia, que quedó anegado ayer en la avenida del Manzanares. Los vecinos se quejan de que la construcción de los nuevos jardines sobre los túneles de la M-30 y la falta de un sistema de achique adecuado fueron las causas de estas inundaciones. Están hartos de la pasividad del Ayuntamiento, ya que el año pasado sufrieron una inundación similar.

El panorama que se vivía ayer por la mañana resultaba desolador. Los comercios sacaron gran parte de sus mercancías a la calle, mientras algunos vecinos avisaban a las grúas para que se llevaran los turismos al taller. El fango se les había metido por el habitáculo y los motores, por lo que no podían arrancarlos. En total, quedaron afectados una veintena de portales de la avenida del Manzanares. "Se ha estropeado todo. Desde las parábolas de las luces a los altavoces, la radio, todo el motor, los filtros... Necesitará una buena reparación", se quejaba Miguel Merino, un vecino del número 42 de la avenida del Manzanares.

El barro entró en los motores de los coches que estaban aparcados
Cientos de medicamentos de una botica se echaron a perder

Este inmueble también resultó muy afectado por la tromba. El agua causó inundaciones de 1,5 metros de alto en los sótanos del edificio, lo que destrozó la caldera de gas recién estrenada. "Ahora, que empezábamos ya a ponerla algunos días, tendremos que cambiarla entera. Desde los ventiladores a los conductos del gas. Y eso que ya empieza el frío", añadía este afectado, que estaba harto de tanta inundación.

Los rostros de muchos vecinos reflejaban ayer el cansancio de haber pasado una noche en vela. Habían pasado varias horas luchando con inundaciones de hasta 85 centímetros de agua. Muchos no habían pegado ojo. Algunos coches salieron flotando y otros se golpearon con otros vehículos. Los cubos de la basura nadaban por la calle.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Uno de los que se llevó la peor parte fue el bar de Saúl Bolaños, un ecuatoriano que lleva siete años en España. "El agua entró tan rápido que, como el bar está algo más bajo que el nivel de la calle, me había cubierto por completo. Yo calculo que tardó menos de dos minutos en anegar todo el local. No tuve tiempo ni de coger el dinero que había en la caja", añadió el dueño. A las tres de la madrugada llegaron los bomberos y quitaron las alcantarillas. "Las cámaras estaban recién compradas. Las tragaperras quedaron tiradas en el suelo. Y ahora está todo lleno de porquería", se quejaba el propietario, que no sabe cuántos días tendrá que estar cerrado por la inundación.

Los vecinos se quejaron de que el colector que hay al principio de la calle se colapsó y sacó todo el agua a la calzada. El alcantarillado no pudo tragar lo que estaba cayendo. "Llevamos así muchos años y nadie pone soluciones. El año pasado, justo el 11 de septiembre, ya tuvimos una inundación similar", añadió Ana, la presidenta de la comunidad del número 32 de la avenida del Manzanares.

Justo al lado del bar se halla otro comercio inundado. Es la farmacia que regenta María Luisa Rodríguez desde hace 30 años. Esta profesional instaló unas pantallas de protección ante el riesgo de las lluvias. Pero ayer resultaron ineficaces. El agua subió más del medio metro de las placas metálicas y entró de lleno en la botica. Centenares y centenares de medicamentos quedaron inservibles en minutos. "No hay derecho. A este paso vamos a tener que construir un búnker para que no tengamos que cerrar por las inundaciones", protestaba la dueña de la farmacia. Ayer no había evaluado aún el montante de lo perdido por el agua. "Teníamos cinco bolsas llenas de medicamentos para llevarlas a un colegio y ahora han quedado para tirarlas", añadió la facultativa.

De peor humor estaba Zoilo García, el dueño de una empresa de aire acondicionado que ya sufrió los embates de la inundación del año pasado. Este afectado asegura que ha presentado varios informes al Ayuntamiento y que no le han hecho caso, pese a que ha pasado un año de aquella tromba. "¿Cómo pueden levantar un muro justo enfrente de los comercios? Así es lógico que se inunde todo", añadía este empresario. Todo el material que almacenaba quedó inservible.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, reconoció que el problema se produjo porque un colector no pudo cargar todo el agua caída. Según el regidor, la Concejalía de Medio Ambiente está ejecutando obras de nuevos colectores y estanques de tormentas que estarán finalizadas antes de fin de año.

Sobre la firma

Archivado En