A FLOTE

Velocidad para intentar competir con los 'tiburones'

En el mundo del software, el pez gordo no se come al chico. Según Paco Caballero, socio fundador de Nivaria Innova, existe una variación de esta sentencia que resulta más apropiada: "El pez rápido se come al lento". En el mercado de las nuevas tecnologías, en el que hay que competir con grandes tiburones, Nivaria es un negocio "chico". Pero es veloz, y ésta es su arma.

Ser rápido, explica Caballero, significa centrar buena parte del potencial de la empresa en la creatividad, en la innovación -Nivaria dedica el 25% de sus ingresos a I+D-, con el objetivo de "sacar novedades...

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En el mundo del software, el pez gordo no se come al chico. Según Paco Caballero, socio fundador de Nivaria Innova, existe una variación de esta sentencia que resulta más apropiada: "El pez rápido se come al lento". En el mercado de las nuevas tecnologías, en el que hay que competir con grandes tiburones, Nivaria es un negocio "chico". Pero es veloz, y ésta es su arma.

Ser rápido, explica Caballero, significa centrar buena parte del potencial de la empresa en la creatividad, en la innovación -Nivaria dedica el 25% de sus ingresos a I+D-, con el objetivo de "sacar novedades al mercado antes que nadie". La última creación de Nivaria, que se comercializará en enero, se llama Solution Builder y, según Caballero, "no existe hoy nada parecido en el mercado". Se trata de una plataforma que permitirá a usuarios no programadores construir aplicaciones en Internet "tan complejas como sea necesario", desde una página web a un proyecto tan sofisticado como el programa que permite al cliente de un banco realizar on-line la contratación de una hipoteca. Caballero explica que con Solution Builder el usuario no tendrá que recurrir al apoyo de "una legión de programadores" para desarrollar la solución que desee, sino que podrá hacerlo él mismo, a un precio asequible.

Nivaria nació en 1998, con un capital de 3.000 euros, aportados por sus tres socios iniciales. Ahora ya son seis. En sus comienzos, la empresa ofrecía sevicios de consultoría y gestión en Internet, pero en 2003 enfocó su actividad al desarrollo de productos software. El boca-oreja (hasta el pasado año la sociedad carecía de la figura de responsable de mercadotecnia) ha sido el motor que le ha permitido crecer en número de clientes -más de 200, entre ellos administraciones públicas y entidades bancarias- y alcanzar una facturación de 1,5 millones de euros, que Nivaria prevé elevar a tres millones el próximo año.

La compañía lleva en sus genes el sello de la innovación y esto la ha motivado a abrir un nuevo centro de I+D en el distrito 22@ de Barcelona, donde trabajan cinco personas con un alto nivel de cualificación. "Elegimos el 22@ porque ofrece un ecosistema con las características óptimas para una empresa como la nuestra: apoyo al talento y a la inversión, y colaboración con las universidades", explica Caballero. La empresa ya ha establecido acuerdos con la Universidad Pompeu Fabra. Los planes de expansión de Nivaria no terminan en la capital catalana: a finales de año abrirá una oficina en San José (California, EE UU), que se sumará a las sedes en Madrid y Montevideo.

Caballero sostiene que la recesión favorece la expansión de Nivaria: "Antes de la crisis, en lo que yo denomino la edad de la exuberancia, uno podía permitirse el lujo de comprar un producto sólo porque era el más caro. Ahora las empresas se lo piensan más al elegir las soluciones de software, no se pueden permitir el fracaso y es así como llegan a nosotros, porque ofrecemos altas prestaciones, facilidad de uso y rapidez de implantación, con un coste asumible por cualquier empresa, pymes incluidas". Las pequeñas y medianas empresas están en el punto de mira de Nivaria, que apunta a un nicho de mercado que accede poco a las soluciones en Internet y multicanal porque le resultan costosas y poco eficientes.

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