Crítica:

Universo 'ultra'

La obsesión por la seguridad física y espiritual, por rodear las vidas de muros, por fabricar ese microcosmos perfecto en el que nada -fundamentalmente gente ajena a su nivel socioeconómico, raza, cultura y mentalidad- pueda perturbar la paz ultraconservadora de sus habitantes, ha dado pie últimamente a películas tan distintas en la forma pero tan semejantes en el fondo como El bosque y La zona. Pájaros muertos, debut de Guillermo y Jorge Sempere, incide en la temática, pero el interés y la actualidad poco tienen que ver con el talento. A pesar de algún esporádico acierto ...

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La obsesión por la seguridad física y espiritual, por rodear las vidas de muros, por fabricar ese microcosmos perfecto en el que nada -fundamentalmente gente ajena a su nivel socioeconómico, raza, cultura y mentalidad- pueda perturbar la paz ultraconservadora de sus habitantes, ha dado pie últimamente a películas tan distintas en la forma pero tan semejantes en el fondo como El bosque y La zona. Pájaros muertos, debut de Guillermo y Jorge Sempere, incide en la temática, pero el interés y la actualidad poco tienen que ver con el talento. A pesar de algún esporádico acierto cómico y de un planteamiento con posibilidades, la película es una deplorable alegoría del universo pijo, plagada de banalidades y subrayados, escrita con sumo esfuerzo y filmada directamente con los pies.

PÁJAROS MUERTOS

Dirección: Guillermo y Jorge Sempere.

Intérpretes: Eduardo Blanco, Silvia Marsó, Alberto Jiménez. Género: Comedia. España, 2008.

Duración: 90 minutos.

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