Impotencia

La selectividad consiste, generalmente, en una prueba objetiva que valora nuestros conocimientos generales de Bachillerato. Siguiendo esta línea me centraré en mi examen de historia, que tuvo lugar el 8 de junio de 2009 en la Universidad Autónoma de Madrid. El examen consistía en cuatro cuestiones breves, a elegir entre ocho y, en desarrollar un tema o un comentario de texto. Las cuestiones eran sencillas y contesté con más que suficiente información. Opté por el tema, contaba con que en otros centros se hubiese impartido más materia o que se me hubiera olvidado algo, soy muy estricta cuando m...

La selectividad consiste, generalmente, en una prueba objetiva que valora nuestros conocimientos generales de Bachillerato. Siguiendo esta línea me centraré en mi examen de historia, que tuvo lugar el 8 de junio de 2009 en la Universidad Autónoma de Madrid. El examen consistía en cuatro cuestiones breves, a elegir entre ocho y, en desarrollar un tema o un comentario de texto. Las cuestiones eran sencillas y contesté con más que suficiente información. Opté por el tema, contaba con que en otros centros se hubiese impartido más materia o que se me hubiera olvidado algo, soy muy estricta cuando me corrijo. Valorando una y otra vez esto, contaba con obtener un ocho u ocho y pico, ni más, ni menos. Cuán fue mi sorpresa cuando el 22 de junio me notificaron que mi nota había resultado ser un 5,8. Estaba aprobada, pero no era suficiente para todo mi esfuerzo, mi media del curso había sido de 10, era sencillamente inexplicable.

Obviamente, reclamé mi nota, pero de nuevo mis esperanzas se desvanecieron cuando me confirmaron que no procedía una modificación en la misma. El último recurso era llevar el caso al contencioso-administrativo, financiando un juicio que no me daría apenas oportunidades de ganar y que no podía permitirme sufragar.

Imploro justicia, porque me he visto privada de oportunidades como la beca de excelencia, sin poder hacer nada para cambiarlo.