Un cartel bajo sospecha
Acabo de ver en la calle un cartel de valla, enorme. Parece recién puesto. Al pie de ese cartel aparecen los logotipos de sus patrocinadores, que son ocho o diez, entre ellos la Dirección General de Tráfico, o el RACE.
Sobre un fondo azul se transmite un mensaje: si vas a conducir... ¿Cómo supones, lector o lectora, que termina la frase? ¿No bebas? Pues no. El consejo termina con un imperativo: bebe cerveza sin alcohol.
Si la Dirección General de Tráfico se ha embolsado alguna cantidad de dinero por prestarse a ese juego (otro de los patrocinadores es la Asociación de Fabricantes...
Acabo de ver en la calle un cartel de valla, enorme. Parece recién puesto. Al pie de ese cartel aparecen los logotipos de sus patrocinadores, que son ocho o diez, entre ellos la Dirección General de Tráfico, o el RACE.
Sobre un fondo azul se transmite un mensaje: si vas a conducir... ¿Cómo supones, lector o lectora, que termina la frase? ¿No bebas? Pues no. El consejo termina con un imperativo: bebe cerveza sin alcohol.
Si la Dirección General de Tráfico se ha embolsado alguna cantidad de dinero por prestarse a ese juego (otro de los patrocinadores es la Asociación de Fabricantes de Cerveza, o algo así) debería aclararlo. Y si no se ha embolsado nada, entonces se ha dejado meter un gol.
En cualquier caso supongo que los fabricantes de otros refrescos sin alcohol o los embotelladores de agua habrán protestado ya ante el Ministerio del Interior. Y si no lo han hecho, pues no sé a qué esperan.