Un estreno 'negro' para el jefe de policía de Gijón
Es un Leonardo da Vinci del crimen. El jefe de la Policía Local de Gijón, Alejandro M. Gallo, de 47 años, entra en el mundo de la ficción en cuanto aparca la pistola y la placa. Entonces, se convierte en escritor de novela negra, ensayista, guionista de cómic y colaborador de varios suplementos culturales. En la Semana Negra es además el encargado de escribir su Contracrónica en el diario oficial, A quemarropa.
También -y es la faceta que se toma con más humor- es el personaje literario que le brindó su amigo Andreu Martín, que se inspiró en él para crear a Álex del Toro. ...
Es un Leonardo da Vinci del crimen. El jefe de la Policía Local de Gijón, Alejandro M. Gallo, de 47 años, entra en el mundo de la ficción en cuanto aparca la pistola y la placa. Entonces, se convierte en escritor de novela negra, ensayista, guionista de cómic y colaborador de varios suplementos culturales. En la Semana Negra es además el encargado de escribir su Contracrónica en el diario oficial, A quemarropa.
También -y es la faceta que se toma con más humor- es el personaje literario que le brindó su amigo Andreu Martín, que se inspiró en él para crear a Álex del Toro. "Lo más curioso es que a veces en la feria del libro de Madrid me toca firmar novelas de Andreu Martín y no sé muy bien en calidad de qué", cuenta Gallo, policía musculado, con rasgos faciales duros. "Yo digo que soy tripolar: policía, escritor y personaje de novela", bromea.
Ahora Gallo publica Operación Exterminio (Ediciones B), su primera novela negra histórica, de la que en otoño aparecerá la segunda edición, sobre la operación montada por Falange, la Guardia Civil y la policía a finales de los cuarenta para infiltrarse en los maquis.
El germen de su novela, explica, surgió del ensayo sobre el maquis del profesor Secundino Serrano. "Es la mejor obra de documentación escrita del maquis", asegura. "En sus casi mil páginas hay un suceso que sólo ocupa 12 líneas y que habla de esta operación. Esas 12 líneas me marcaron". Cuando se le pregunta si no hay demasiados libros sobre el maquis, Gallo sorprende con la precisión: "Son 149 libros de ficción y 139 de historia".
No deja de ser curioso que un jefe de policía tenga una vida literaria tan atareada. Él le quita hierro. "Mi profesión es muy absorbente. Necesitas una catarsis para romper con ese mundo, aunque sólo sean unas horas", explica. "Pero para ello la actividad tiene que ser también absorbente y eso lo encuentro en la literatura".