Volar sobre galeones históricos

Es bastante común que quienes visitan el litoral andaluz se dejen extasiar por la arena blanquísima de las playas de Cádiz o las aguas opalescentes que bañan la costa almeriense. Pero muchos no sospechan que detrás de esa estampa o, mejor dicho, debajo de ella, en las tripas del mar, se encuentra el verdadero espectáculo: galeones, pesqueros, cargueros, vestigios que van de la Edad de Bronce a la era contemporánea pasando por las civilizaciones fenicia y árabe, restos de batallas épicas como la de Trafalgar contra las tropas napoleónicas, y dramáticas como las que tuvieron lugar durante la Gue...

Es bastante común que quienes visitan el litoral andaluz se dejen extasiar por la arena blanquísima de las playas de Cádiz o las aguas opalescentes que bañan la costa almeriense. Pero muchos no sospechan que detrás de esa estampa o, mejor dicho, debajo de ella, en las tripas del mar, se encuentra el verdadero espectáculo: galeones, pesqueros, cargueros, vestigios que van de la Edad de Bronce a la era contemporánea pasando por las civilizaciones fenicia y árabe, restos de batallas épicas como la de Trafalgar contra las tropas napoleónicas, y dramáticas como las que tuvieron lugar durante la Guerra Civil española...

La costa de Andalucía es la más rica de España en yacimientos subacuáticos, muchos de ellos de probado valor histórico. Concretamente, son 56 los yacimientos inscritos en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz dependiente de la Junta como zonas arqueológicas, y situados bajo las aguas de las ocho provincias. El objeto de esta catalogación, según afirmó ayer el secretario de Cultura, José Juan Díaz Trillo, "es proteger jurídicamente la riqueza de nuestro patrimonio subacuático" y "comprometerse" con la normativa que dictó la Unesco en la Convención de 2001; pero, sobre todo, evitar "expolios como el del Odyssey", tal y como añadió la consejera de Cultura, Rosa Torres.

El 'Fougueux', un navío de la batalla de Trafalgar, está en la costa gaditana

Visitar yacimientos protegidos requiere un permiso especial de la Junta

A pesar de la política proteccionista de la Junta, en Andalucía existen numerosos centros de buceo que organizan visitas guiadas a algunos de los innumerables pecios y restos históricos que pueblan el fondo marino. "Si el yacimiento tiene valor histórico o arqueológico y por ello está protegido, hay que solicitar un permiso especial para visitarlo", aclara Salvador, uno de los responsables del centro de buceo tarifeño CIES.

Su empresa organiza visitas guiadas a pecios como el del barco hundido en 1970, Puerto Pajares, o el del Ribera del Miño, un carguero a vapor que zarpó en 1856 de Málaga y nunca llegó a puerto. Se hundió tras colisionar con otro navío. Ubicado en la cara Este de la isla de Tarifa, se encuentra a unos 24 metros de profundidad. A pesar de estar "despedazado", sus diferentes partes se identifican perfectamente, como la proa o el puente que, según Salvador, "se asemeja a un templo griego".

El club de buceo Waterbugs, en la misma zona, colabora a menudo con el Centro de Actividades Subacuáticas (CAS) dependiente del Instituto de Patrimonio Histórico de la Junta, mediante la aportación de material y personal para las intervenciones llevadas a cabo en los yacimientos. "Por eso tenemos convenios que nos permiten realizar visitas guiadas a pecios protegidos", afirma Pepa Vergarano, una de sus responsables. Un destinos emblemático es el galeón francés Fougueux, del siglo XIX, que combatió en la batalla de Trafalgar y cuya ubicación, a una milla de la costa de Tarifa y a ocho metros de profundidad, lo hace muy accesible.

"Sin embargo, una de las visitas con más demanda es la del Marcelo, un pesquero que se hundió hace 30 años", afirma Pepa. "A su alrededor se ha generado gran cantidad de fauna marina y plantas como la gorgónia, que le dan un colorido muy especial".

El resto de las provincias andaluzas también cuentan con pecios y yacimientos de indudable atractivo, como el carguero Menapier, o un submarino de la Guerra Civil, ambos en las costas de Málaga. "Se sitúan a más de 40 metros de profundidad, y hay que tener en cuenta que ése es el límite para el buceo recreativo", advierte Juan Antonio Palomo, instructor de buceo. "Estas inmersiones requieren mayor preparación y experiencia", señala.

Alfonso Gallardo, buceador aficionado, se sacó hace años la licencia necesaria para descender hasta el límite que marca el buceo recreativo y, desde entonces, ha recorrido casi todo el litoral andaluz. "Visitar un pecio tiene el encanto de encontrar restos de la humanidad en medio de la nada. Pero lo mejor es cuando estás llegando. Lo ves desde arriba, y es lo más parecido a volar", confiesa Gallardo.

Cádiz: waterbugs (www.waterbugs.es), cies tarifa (www.divetarifa.com). Málaga: atlantis (www.mundoatlantis.es). Almería: isub (www.isubsanjose.com)