Necrológica:

Una humanista del periodismo

Echaba mucho de menos a Sol. En los últimos años, debido a su enfermedad, la veíamos muy rara vez. También, en los últimos años, echaba de menos las magistrales entrevistas de Sol Alameda en El País Semanal. Y ahora la vamos a echar de menos definitivamente.

Era pequeñita, su sonrisa era inteligente y sus carcajadas contagiosas. Te miraba con sus ojillos y cuando los medio cerraba y fruncía levemente el ceño sentías que estaba observando con claridad cosas de ti que tú mismo ignorabas y hasta algunas que escondías. Pero era una mirada comprensiva y sinceramente interesada, nunca ...

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Echaba mucho de menos a Sol. En los últimos años, debido a su enfermedad, la veíamos muy rara vez. También, en los últimos años, echaba de menos las magistrales entrevistas de Sol Alameda en El País Semanal. Y ahora la vamos a echar de menos definitivamente.

Era pequeñita, su sonrisa era inteligente y sus carcajadas contagiosas. Te miraba con sus ojillos y cuando los medio cerraba y fruncía levemente el ceño sentías que estaba observando con claridad cosas de ti que tú mismo ignorabas y hasta algunas que escondías. Pero era una mirada comprensiva y sinceramente interesada, nunca inquisidora. Tal vez por ello era tan gran periodista y tan genial entrevistadora. Porque a Sol le interesaba el mundo, la gente. Era una maestra en el difícil, y cada vez más olvidado, arte de escuchar.

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En sus últimos años en El País Semanal nos regaló una serie de entrevistas con personas que tenían una visión del mundo alternativa, que creían en un mundo diferente, mejor, más justo. No se trataba de utopistas o de soñadores, sino de gente que, usando las armas de la razón, la inteligencia y la generosidad, trabaja cada día para modificar la realidad, a mayor o menor escala. Esa realidad que los inteligentes escépticos y los prescindibles cínicos dan por perdida. Y detrás de cada pregunta, y de cada respuesta, veías a Sol. Inteligente y modesta, una humanista del periodismo. Espero que cree escuela. Por el bien de todos.

Gracias, Sol. Hasta luego.

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