El Clínico suspende 180 operaciones por una avería del aire acondicionado

Pacientes y trabajadores soportan hasta 35 grados desde hace una semana

En la calle, 35 grados. Y dentro, más o menos los mismos. Ayer, en el hospital Clínico, todo eran ventanas abiertas, puertas entornadas con la esperanza de crear una ligera corriente de aire, ventiladores traídos de casa y abanicos, muchos abanicos. En ésas estaba Ramona Palmerina, de 72 años, recién operada para quitarle un aparato, llamado neuroestimulador, de la columna.

Chas, chas; chas, chas; chas, chas. No se oía otra cosa en la habitación 44 de la quinta planta. Si acaso algún suspiro. "Llevamos así lo menos una semana. A este paso nos van a eliminar a todos", decía. Su compañera...

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En la calle, 35 grados. Y dentro, más o menos los mismos. Ayer, en el hospital Clínico, todo eran ventanas abiertas, puertas entornadas con la esperanza de crear una ligera corriente de aire, ventiladores traídos de casa y abanicos, muchos abanicos. En ésas estaba Ramona Palmerina, de 72 años, recién operada para quitarle un aparato, llamado neuroestimulador, de la columna.

Chas, chas; chas, chas; chas, chas. No se oía otra cosa en la habitación 44 de la quinta planta. Si acaso algún suspiro. "Llevamos así lo menos una semana. A este paso nos van a eliminar a todos", decía. Su compañera asentía desde la cama de al lado, también abanico en mano. Una avería en el sistema de refrigeración ha dejado el ala sur del hospital sin aire acondicionado desde el viernes pasado. Hay centenares de pacientes afectados, aproximadamente la mitad del casi millar de camas del hospital. Las altas temperaturas también han obligado a suspender 180 operaciones.

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El centro tenía previstas 750 intervenciones quirúrgicas esta semana. Las 180 canceladas se volverán a programar a partir del lunes, informó ayer el hospital. Las puertas que conducen a los bloques quirúrgicos de las plantas tercera y quinta permanecían cerradas ayer. No entraban ni salían camillas ni se adivinaba ninguna actividad tras los carteles de "No pasar". El calor, a las tres de la tarde, era bochornoso por los pasillos y dentro de las habitaciones. "Estamos abrasados", se quejaba en la quinta planta una mujer, que acompañaba a su tía recién intervenida.

Pasa a la página 5En los controles de enfermería también se oía resoplar. "Esto es insoportable. Nos va a dar algo", decía una enfermera mientras se abanicaba con unos papeles grapados. El personal respondía encogiéndose de hombros a la pregunta de cuándo se iba a solucionar el problema. "Las cirugías están suprimidas hasta el lunes por la tarde, así que por lógica tendrá que estar arreglado para entonces", aseguraba una enfermera. "Parece ser que el domingo se vuelve a operar", aventuraba otra, unos metros más allá.

El Clínico tiene dos plantas refrigeradoras "de gran potencia", aseguró el hospital en un comunicado, de las que una sufrió una avería "cuyo arreglo requiere el recambio de piezas que no se encuentran disponibles en este momento". Según esa explicación, el hospital ha alquilado dos máquinas (motores) y las está instalando para que den apoyo a la planta refrigeradora útil, "que no ha dejado de funcionar en ningún momento". También admitió que esa planta "no cuenta con la potencia necesaria para climatizar adecuadamente todo el centro".

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Quirófanos cerrados

El hospital, según la misma nota, ha dado "prioridad de refrigeración" a las zonas más críticas, como cuidados intensivos, urgencias, radiodiagnóstico y los bloques quirúrgicos. A falta de más detalles por parte del centro, el sindicato UGT amplió esa información. Aseguró que 20 de los 31 quirófanos del hospital han tenido que cerrarse. Únicamente el de cirugía cardiaca (el 76) y los dos de ginecología (51 y 52) han seguido funcionando porque "sus sistemas de refrigeración son autónomos", explicó Juan Antonio Alba, secretario general de la sección sindical de UGT en el área 7. Otro de urgencias también ha continuado su actividad. El resto de quirófanos están en el pabellón 8, donde se realizan pequeñas intervenciones, que no se ha visto afectado por la avería.

Alba criticó la falta de previsión del centro: "Los técnicos aseguran que debería haberse instalado otra máquina para cuando fallara ésta, que tiene más de 15 años de antigüedad". El ala norte del hospital, añadió, se refrigera mediante otro sistema, con aparatos de aire acondicionado comunes. "Sustituir el turbo costará unos 150.000 euros y además tardará varios meses, porque han tenido que encargarlo en Eslovaquia", añadió. Mientras, los dos motores tendrán que ayudar a la planta útil a mantener una temperatura razonable. Al menos en los quirófanos, donde el calor excesivo aumenta el riesgo de infección.

El sindicato MATS repartió ayer por todo el hospital carteles para informar a los usuarios de la avería. Se han desoído, aseguraron, "informes de los profesionales de mantenimiento que preveían esta situación". También criticaron la falta de información y el riesgo que supone tener todas las ventanas abiertas en un hospital.

Los pacientes y familiares del ala sur del hospital Clínico tuvieron que usar abanicos y ventiladores para soportar el calor de ayer.SAMUEL SÁNCHEZ

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