Lubasa hará viviendas en el edificio de Porta de la Mar
Las obras en la antigua sede judicial acabarán en 2011
El edificio de la Porta de la Mar que albergaba los antiguos juzgados de Valencia se convertirá en 28 viviendas de lujo, con una entrada independiente, y 5.000 metros cuadrados de oficinas y más de 2.000 de locales comerciales, con otro acceso. Lubasa, propietaria del edificio, iniciará las obras a finales de año y, según las previsiones, el proyecto, que ya cuenta con la licencia de obras pertinente, podría estar finalizado antes de acabar 2011.
La negociación para la refinanciación de los 1.100 millones de deuda del holding del grupo Lubasa, Obinesa, puso encima de la mesa la p...
El edificio de la Porta de la Mar que albergaba los antiguos juzgados de Valencia se convertirá en 28 viviendas de lujo, con una entrada independiente, y 5.000 metros cuadrados de oficinas y más de 2.000 de locales comerciales, con otro acceso. Lubasa, propietaria del edificio, iniciará las obras a finales de año y, según las previsiones, el proyecto, que ya cuenta con la licencia de obras pertinente, podría estar finalizado antes de acabar 2011.
La negociación para la refinanciación de los 1.100 millones de deuda del holding del grupo Lubasa, Obinesa, puso encima de la mesa la posibilidad de vender el edificio de los antiguos juzgados. Sin embargo, la empresa ha logrado, con la financiación de los tres bancos y cajas implicados en su compra, Caja Madrid, BBVA y Banco de Valencia, mantenerse como propietaria, promotora y comercializadora del edificio.
Así, el proyecto incluye la construcción de 28 viviendas de lujo, de entre 180 y 360 metros cuadrados, que contarán con un diseño que servirá de prototipo pero que los interesados podrán adecuar a sus necesidades. Por un zaguán independiente, el inmueble dará acceso a las plantas de oficinas, mientras que los 2.200 metros cuadrados disponibles para locales comerciales estarán en la planta baja.
Lubasa compró, hace tres años, el edificio de la Porta de la Mar por un total de 105 millones de euros, una cantidad mucho más elevada que la que ofrecían las empresas que también pujaron por el inmueble. La idea inicial era la de convertirlo en la sede de la sociedad en Valencia, con un proyecto de rehabilitación del arquitecto Jean Nouvel, pero las propuestas fueron rechazadas por el Ayuntamiento de Valencia y finalmente se optó por destinarlo a viviendas y oficinas, con el acristalamiento de la fachada. Luego llegó la crisis, el parón inmobiliario y la necesidad de la compañía de refinanciar la deuda. Ahora se ha puesto fecha al inicio de las obras en el emblemático edificio.