Reportaje:

A Estrada carrexará en chimpín

Los vecinos de San Xurxo de Vea llegaron a la UE, pero no lograron transporte electoral

Todo empezó el 1-M. Solicita Duro, apoderada del PP en la mesa electoral de San Xurxo de Vea, en A Estrada, recogió en su coche, por el camino, a una vecina que iba a votar. Cuando llegaron a su destino, estaba esperándolas el coche patrulla de la Guardia Civil, y antes de que se dieran cuenta de lo que pasaba, los agentes se pusieron a registrar el coche. Al final, ante la falta de pruebas, terminaron abriendo el maletero.

Pero no había votantes agazapados ni papeletas del PP ocultas donde el hueco de la rueda de repuesto. La única vecina que iba en el auto con la apoderada, una mujer ...

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Todo empezó el 1-M. Solicita Duro, apoderada del PP en la mesa electoral de San Xurxo de Vea, en A Estrada, recogió en su coche, por el camino, a una vecina que iba a votar. Cuando llegaron a su destino, estaba esperándolas el coche patrulla de la Guardia Civil, y antes de que se dieran cuenta de lo que pasaba, los agentes se pusieron a registrar el coche. Al final, ante la falta de pruebas, terminaron abriendo el maletero.

Pero no había votantes agazapados ni papeletas del PP ocultas donde el hueco de la rueda de repuesto. La única vecina que iba en el auto con la apoderada, una mujer mayor con cierta minusvalía, traía en la mano un sobre bastante arrugado de propaganda electoral. ¡Eh! Ahí está la prueba del delito, debieron de pensar los denunciantes del presunto carrexo. Pero cuando Pacita se desprendió del amasijo de papeles con los que pretendía ejercer su derecho al voto, resultó que éstos eran del BNG. A estas alturas, la apoderada lloraba como una magdalena, y no pudo dormir tranquila hasta que, ya en mayo, el juzgado de A Estrada sobreseyó el caso porque todo el mundo, en la mesa electoral, había visto cómo Pacita votaba a Anxo Quintana.

La comisión de fiestas decidió hacer una rifa para pagarse el bus
"Os vamos a prender", les advirtieron desde la Junta Electoral

Hoy, Solicita, a la que todos en la parroquia conocen como Felicita no se sabe muy bien por qué, sigue reclamando un gesto de disculpa del apoderado del PSOE que aquella mañana de elecciones autonómicas denunció el falso trajín electoral a la Guardia Civil. Y los demás vecinos, en solidaridad con ella, con Pacita, y con todos esos otros lugareños que no tienen edad para ir andando ni medio de locomoción para acercarse al colegio de Souto de Vea, llevan mes y medio demandando un bus electoral que a estas alturas ya nadie les va a poner.

En esta mesa de A Estrada votan medio millar de personas, y al menos "dos docenas", según Daniel Rozados, que el 1-M actuaba de interventor por el Bloque, tienen verdaderos problemas para llevar su papeleta al colegio. Rozados es ahora portavoz del grupo activo de vecinos que demandan un autocar de ésos que la gente ha dado en llamar "constitucionales" y que hasta hace pocos años estaban garantizados por la Administración en todas las elecciones. Nadie en San Xurxo de Vea, ni tampoco en el Ayuntamiento de A Estrada, tenía noticia de que estos buses que se dedican a transportar votantes (entre otras cosas, en principio, para evitar el carrexo) sólo se pueden solicitar en las elecciones autonómicas. Así que la junta de gobierno municipal acordó pedir a la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra las dos líneas que habían funcionado allí (a cargo de la Xunta) el 1-M, y otras que diesen servicio a San Xurxo de Vea y a los vecinos de A Somoza, que para el 7-J se han quedado sin mesa por falta de población.

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Desde entonces, no ha habido respuesta, y ayer, la Subdelegación en Pontevedra confirmaba a este diario que no va a haber transporte electoral. "¿Autobuses? Ésos fueron tiempos", comentaba un portavoz de este órgano que representa al Gobierno central. "En el siglo XXI, todo el mundo puede acceder a las mesas electorales. En caso de las personas impedidas, si los ayuntamientos no tienen medios, podemos mandar una ambulancia, pero autobuses ya no ponemos. Ahora eso no es necesario porque las mesas están cada vez más cerca del ciudadano".

Pero en A Estrada, el único ayuntamiento de Pontevedra que según la subdelegación ha pedido autobuses, ocurre justo lo contrario. En este municipio gobernado por socialistas y nacionalistas, uno de los más grandes y más diseminados de Galicia, desde los comicios de marzo han desaparecido dos mesas, la de Arca y la de A Somoza, por bajar de los 200 electores. "Esta gente, ahora, se tiene que desplazar a mucha distancia para votar", protesta Raquel López, teniente de alcalde y portavoz del BNG.

En su búsqueda errante por las instituciones, los vecinos de San Xurxo llegaron incluso hasta Bruselas. En la UE le pasaron la pelota a las administraciones españolas y como no entendían bien qué querían estos gallegos también remitieron su demanda a la oficina de Europa en Madrid. "Aquí todavía se confundieron más", cuenta Rozados, "creyeron que queríamos un bus para traer a votar a los gallegos que viven en Bélgica".

Ante tanta negativa, tanto silencio, tanta "ineficacia" y tanto "desmadre", la comisión de fiestas planteó la posibilidad de vender unas rifas para juntar dinero y contratar un Express de Vea el 7-J. Pero en la Junta Electoral de Zona les advirtieron de que poner un coche de línea por su cuenta para que la parroquia vote es un delito: "Está prohibidísimo y os vamos a prender". El domingo, en señal de protesta, los de San Xurxo de Vea planean llevarse a votar, los unos a los otros, en chimpín, carros y carretillas.

Vecinos de San Xurxo de Vea, en A Estrada, denuncian la falta de transporte electoral.ÓSCAR CORRAL

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