"Peor no podemos estar"

La imagen del presidente de la Generalitat se deteriora mientras el entorno de Camps se enroca confiado en el archivo de la imputación por cohecho

Francisco Camps se convirtió ayer en el primer presidente de la Generalitat que declara como imputado en el Tribunal Superior de Justicia. Y tras declarar durante 45 minutos abandonó el juzgado. "Estoy satisfecho y contento de haber podido dar mi versión sobre lo que ha ocurrido estos meses. Espero que vaya rápido y lo mejor posible", dijo.

Pero la satisfacción de Camps, en medio del griterío de partidarios y detractores, por lo que cree que acabará en archivo, no tuvo su correlato político en el PP.

"Peor no podemos estar", argumentó un dirigente del PP. Fuentes del partido reco...

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Francisco Camps se convirtió ayer en el primer presidente de la Generalitat que declara como imputado en el Tribunal Superior de Justicia. Y tras declarar durante 45 minutos abandonó el juzgado. "Estoy satisfecho y contento de haber podido dar mi versión sobre lo que ha ocurrido estos meses. Espero que vaya rápido y lo mejor posible", dijo.

Pero la satisfacción de Camps, en medio del griterío de partidarios y detractores, por lo que cree que acabará en archivo, no tuvo su correlato político en el PP.

"Peor no podemos estar", argumentó un dirigente del PP. Fuentes del partido reconocieron que las imágenes de Camps a las puertas del juzgado emitidas por las principales cadenas de televisión habían tenido un efecto demoledor. "En Madrid, aunque nadie lo dirá en voz alta, muchos lo dan ya [a Camps] por amortizado. Aquí en Valencia, todavía se confía en que pueda salir adelante, sobre todo si se ganan las elecciones europeas [que Camps abrirá oficialmente esta noche en la sede del partido] y se archiva finalmente la causa", explicó otro cargo.

El presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, reiteró una vez más su confianza en el presidente de la Generalitat, con quien celebrará un mitin en Alicante el próximo domingo.

En el Gobierno valenciano tampoco había ningún sentimiento de alegría o de satisfacción tras la declaración de Camps ante el Tribunal Superior de Justicia. La palabra para calificar el estado de ánimo de Camps era la de "sereno". "El presidente está muy tranquilo y sereno", afirmó el consejero de Inmigración, Rafael Blasco, que dio por asumido que, lejos del archivo inmediato de la causa, el "ratito largo" todavía tiene recorrido.

"Los procesos judiciales son muy lentos, no van acompasados con las dinámicas políticas, pero desde la confianza en que va a haber una resolución favorable al presidente, lo que sí sabemos es que aquellos que están alrededor de este montaje van a intentar derivarlo hacia otras cuestiones políticas", señaló Blasco. Una opinión que coincide con el entorno de Camps, que considera que será difícil que el TSJ pueda acreditar que hay indicios suficientes para llevar el supuesto delito de cohecho a juicio.

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Sin embargo, en privado, cargos populares no ocultaban su estupor por la estrategia de defensa de Camps, trufada de contradicciones. Un diputado reconoció su sorpresa por el hecho de que, en vísperas de la declaración del jefe del Consell, se publicase en el diario El Mundo una conversación en la que Álvaro Pérez, El Bigotes, se refería a Camps como El Curita e indicaba que tan solo le dejaba los trajes hechos a medida al presidente de la Generalitat. "¿Cómo es posible que estén contentos por ver cómo El Bigotes ningunea en sus conversaciones al presidente?", prosiguió este cargo público, "Una conversación donde dice que le dejaba trajes a medida, cuando ha dicho en el partido que los pagaba en metálico". Y de lo que no hay duda es de que la calle está al loro. Álvaro Pérez ayer fue reconocido y abucheado por los viandantes que se cruzaban con él con gritos de "ladrón" o "suelta la pasta".

El malestar por la situación creada era evidente en todo el PP. El presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, no se pudo contener, y acusó de plantear el posible relevo de Camps a "los que siempre están al lado del poder, que estaban junto a [Eduardo] Zaplana o a [Pedro] Agramunt", anteriores presidentes regionales del PP, informa Ezequiel Moltó. Una referencia explícita hacia el sector democristiano, que en Valencia tiene sus referentes en el vicepresidente Juan Cotino y el candidato al Parlamento Europeo, José Manuel García Gargallo.

Mientras los reproches y los cambios de humor hacían mella en las filas populares, el entorno de Camps insistía en redoblar el esfuerzo para arropar al jefe del Consell. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, volvió a primera línea, para arropar a Camps, al que acompañó en la audiencia de la Generalitat posterior a la declaración del TSJ. Por la tarde varios consejeros le acompañaron a su otro acto en el Puerto de Valencia. Y hoy los diputados del PP han diseñado su propia estrategia para evitar que la oposición achante a Camps en la sesión de control en las Cortes.

Un sonriente Francisco Camps, a su llegada, a primera hora de la mañana de ayer, a la Audiencia de Valencia, donde declaró como imputado por el caso Gürtel. SANTIAGO CARREGUÍ

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