La versión alada y angelical de Berlusconi

La peculiar visión onírica política del pintor palermitano Filippo Panseca ha logrado captar la atención de todas las webs italianas, que ayer reproducían dos de las obras expuestas por el artista en el Priamar de Savona (Liguria). En una de ellas un alado, rechoncho y desnudo Silvio Berlusconi conversa, en plan confidencial, con su ministra de Igualdad, Mara Carfagna, igualmente desnuda pero menos gordezuela. La segunda obra retrata a la mujer del presidente italiano, Verónica Lario, como una criatura alada dotada de enormes senos que rememoran, según el artista, "a las tetas fellinian...

La peculiar visión onírica política del pintor palermitano Filippo Panseca ha logrado captar la atención de todas las webs italianas, que ayer reproducían dos de las obras expuestas por el artista en el Priamar de Savona (Liguria). En una de ellas un alado, rechoncho y desnudo Silvio Berlusconi conversa, en plan confidencial, con su ministra de Igualdad, Mara Carfagna, igualmente desnuda pero menos gordezuela. La segunda obra retrata a la mujer del presidente italiano, Verónica Lario, como una criatura alada dotada de enormes senos que rememoran, según el artista, "a las tetas fellinianas".

Panseca es un arquitecto y artista que se hizo famoso en los años ochenta por sus pomposas escenografías en los congresos del Partido Socialista de Bettino Craxi. Ahora, con los dos fotomontajes expuestos en la muestra Art & Savonnerie, celebrada para conmemorar el 125 aniversario de la marca L'amande della Gavarry di Albisola, ha vuelto a levantar la polémica. Su intención, según ha declarado, era "hacer un homenaje al presidente del Consejo". Para realizarlo tomó como modelo una foto que había visto en Internet, y para pintar el cuerpo de Carfagna cogió prestado, dice, una obra de un artista del siglo XIX.

Ahora, el artista recomienda a Berlusconi comprar la obra al precio que él mismo estime. Si lo hace, Panseca promete donar el dinero a los damnificados por el terremoto de los Abruzzos. Desde Arcore, residencia de Berlusconi, mutismo absoluto. Ni él, ni su mujer, que hace dos años exigió públicas disculpas a Berlusconi por coquetear precisamente con Carfagna en un acto público, se han dado por aludidos.