El BNG denuncia "amenazas" y "coacciones" en la policía de Lugo

El portavoz del BNG en el Ayuntamiento de Lugo, Xosé Anxo Laxe, denunció ayer en un pleno la existencia de "coacciones y amenazas" por parte de un sector de la Policía Local hacia algunos compañeros, que vinculó con la reciente reestructuración en este colectivo. Laxe exhibió un documento que estuvo colgado en el tablón de anuncios de la policía lucense donde se reproducía la información de una asamblea local del BNG, en la que aparecía un policía vinculado a la CIG, con su cara enmarcada en una diana en rojo y con un texto a mano llamándole "merdán".

Laxe, que antes de este pleno ya ha...

El portavoz del BNG en el Ayuntamiento de Lugo, Xosé Anxo Laxe, denunció ayer en un pleno la existencia de "coacciones y amenazas" por parte de un sector de la Policía Local hacia algunos compañeros, que vinculó con la reciente reestructuración en este colectivo. Laxe exhibió un documento que estuvo colgado en el tablón de anuncios de la policía lucense donde se reproducía la información de una asamblea local del BNG, en la que aparecía un policía vinculado a la CIG, con su cara enmarcada en una diana en rojo y con un texto a mano llamándole "merdán".

Laxe, que antes de este pleno ya había hablado de la existencia de policías "absentistas" e "insurrectos", recordó cómo ya en otras ocasiones habían aparecido pasquines para referirse a policías como "esquiroles" y "secuaces" o se proponía la retirada del saludo a determinados integrantes de este cuerpo policial.

A los datos de Laxe se unió luego un cuadro de horas sindicales que facilitó el gobierno local, en el que, entre otros, se constata cómo un agente solicitó entre los meses de diciembre a marzo 12 jornadas de horas sindicales, la mayor parte en horario nocturno y fechas señaladas como la proximidad al puente de la Constitución, fin de semana o Año Nuevo.

Todos estos datos trascendieron en un debate auspiciado por una iniciativa del grupo popular en la que se pedía el "cese inmediato" del director general de la Policía Local, Darío Diéguez, y una reestructuración del gobierno municipal para dotar de otras funciones al actual delegado de Régimen Interior y Protección a la Comunidad, José Rábade.

Estas peticiones tenían su fundamento en una denuncia presentada por el director general de Policía contra el concejal popular Enrique Rozas por un supuesto delito de revelación de secreto, que luego fue desestimada por el fiscal jefe, quien entendió que la conducta del concejal entraba dentro de sus funciones. Al final no prosperó la iniciativa del PP porque votaron en contra PSOE y BNG.