"Cerraron las puertas de la choza y confesaron: 'Os hemos engañado"

Los dos catalanes secuestrados 15 días fueron víctimas de la 'estafa nigeriana'

Josep Bufí y Alonso Boj, los catalanes que han vivido un cautiverio de dos semanas en la selva de Nigeria, poseen una vasta experiencia comercial en el extranjero. Su empresa, dedicada al envasado de plásticos, ha exportado maquinaria a países africanos como Senegal y Mali. Pero ninguno de los dos amigos -Bufí es el director de Innoenvas, y Boj, un trabajador que domina el inglés y el francés- advirtió la emboscada hasta que la red mafiosa les sacó del hotel donde, supuestamente, iban a alojarse, para meterles en una cabaña sucia y derruida.

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Josep Bufí y Alonso Boj, los catalanes que han vivido un cautiverio de dos semanas en la selva de Nigeria, poseen una vasta experiencia comercial en el extranjero. Su empresa, dedicada al envasado de plásticos, ha exportado maquinaria a países africanos como Senegal y Mali. Pero ninguno de los dos amigos -Bufí es el director de Innoenvas, y Boj, un trabajador que domina el inglés y el francés- advirtió la emboscada hasta que la red mafiosa les sacó del hotel donde, supuestamente, iban a alojarse, para meterles en una cabaña sucia y derruida.

"Cerraron las puertas de la choza y confesaron: 'Os hemos engañado'. Dijeron que hacían todo aquello por dinero y que habíamos sido víctimas de un montaje", explicó a este diario Boj, que ayer permaneció durante todo el día en Madrid junto con su compañero y la familia de ambos. Los dos empresarios llegaron el martes a la capital de España, vía Londres, tras ser liberados el domingo por la policía nigeriana, que tomó al asalto la cabaña y detuvo a cuatro personas.

"No sabíamos qué querían hacer con nosotros. Sólo insistían en en que iban a sacar el máximo dinero", dijo Boj. Los secuestradores pidieron un rescate de 200.000 euros, que no llegó a satisfacerse. "Ahora disfrutamos de la familia y esperamos ver pronto a los compañeros".

Ayer los compañeros trabajaban con relativa normalidad en la nave de la empresa, en Polinyà. Uno de sus operarios explicó, desde el umbral de la puerta, su "sorpresa" por el hecho de que Bufí y Boj hayan sucumbido al embrujo de las cartas nigerianas. "Debe de ser gente muy buena; si no, no me lo explico", dijo.

Y lo cierto es que quienes prepararon el secuestro son profesionales. El núcleo de la banda está en Nigeria, pero tienen apoyos en Europa. Los timadores enviaron correos electrónicos en los que un supuesto responsable de la firma de cosméticos nigeriana Zan comunicaba su intención de adquirir maquinaria. En sus e-mails, los falsos compradores detallaban de forma exhaustiva sus demandas e intereses. Bufí y Boj vieron una oportunidad de negocio y cayeron en la trampa.

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