Dos grafistas en 3-D
Una botella-jarrón. Una ilustración que salta de la página para golpear el estómago. Shakespeare en movimiento. Frascos anodinos que se sofistican con sólo una sutil etiqueta y se venden a precio de refresco. Una libélula que quiere hacer volar un libro. Hay un grafismo en España que no se conforma con las dos dimensiones. No es un estilo. Son ideas gráficas.