Una avería en Cercanías causa seis horas de retrasos

Comienza el servicio. El tren de Cercanías de Renfe sale, como cada día, al filo de las cinco de la madrugada. Los viajeros esperan en el andén de Chamartín. Pero antes de que llegue se lleva por delante el hilo que transmite la energía eléctrica al vagón. Avería. La red se cae en dos vías. Y durante seis horas, más de 50.000 personas, según estimaciones de Renfe, sufren retrasos en su viaje a Santa Eugenia, su cita en Alcalá, su trabajo en Torrelodones o la visita a Meco.

Tres líneas de la red de Cercanías -C-2 (Guadalajara-Chamartín), C-7 (Alcalá de Henares-Pitis) y C-10 (Villalba-Pit...

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Comienza el servicio. El tren de Cercanías de Renfe sale, como cada día, al filo de las cinco de la madrugada. Los viajeros esperan en el andén de Chamartín. Pero antes de que llegue se lleva por delante el hilo que transmite la energía eléctrica al vagón. Avería. La red se cae en dos vías. Y durante seis horas, más de 50.000 personas, según estimaciones de Renfe, sufren retrasos en su viaje a Santa Eugenia, su cita en Alcalá, su trabajo en Torrelodones o la visita a Meco.

Tres líneas de la red de Cercanías -C-2 (Guadalajara-Chamartín), C-7 (Alcalá de Henares-Pitis) y C-10 (Villalba-Pitis)- se ven afectadas por la avería. "Probablemente ha sido un enganchón", explica una portavoz de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias). El pantógrafo, el aparato que conecta el tren con el hilo que le da energía, se lo llevó por delante. No saben por qué, pero ya ha ocurrido antes. "Es una avería fácil de solucionar", añaden. Pero no rápida.

Hilo de contacto

Como el problema coincide con la hora punta de la mañana, la solución debe esperar. Arreglarlo supone cortar el resto del servicio, explican desde Adif. Dejar en tierra a los viajeros de las cinco líneas que pasan por Chamartín. Así que las acomodan para que pasen por las vías que no están averiadas. Hay más de un centenar de trenes que sufren hasta 40 minutos de retrasos (65 de Cercanías, cuatro de media distancia y dos de largo recorrido). La última avería del Cercanías registrada por este periódico, en la estación de Recoletos el pasado octubre, se debió también a la caída del hilo de contacto. Una de las dos vías del túnel quedó sin electricidad durante más de tres horas y provocó retrasos de más de 20 minutos.

Por la mañana fueron los de Cercanías y por la tarde, en el metro. El servicio de la línea 10 (la azul marino, Hospital del Norte-Puerta del Sur) quedó cortada durante una hora entre las estaciones de Batán y Casa de Campo. Un árbol cayó en mitad de la vía por el fuerte viento. Y el servicio dejó de funcionar entre las dos estaciones hasta que los bomberos del Ayuntamiento consiguieron retirar el árbol. Metro no ofrece estimaciones del número de afectados. La línea 10 es la cuarta con más usuarios de la red de Metro, según datos de la compañía de 2007. Cada año la usan 68,3 millones de viajeros.

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