Vecinos de Patraix piden el instituto desde hace 10 años

Es la única zona de Valencia con la ESO en bajos y colegios

Toda una década de protestas y reivindicaciones no ha sido suficiente para que el equipo municipal de gobierno del Ayuntamiento de Valencia, que ha dirigido la popular Rita Barberá todo este tiempo, haya sido capaz de acelerar la construcción de al menos uno de los dos institutos prometidos en el mapa escolar de 1997. Ni con el cartel de Ciegsa puesto desde hace medio año en el descampado de la antigua acequia que pasaba por detrás del hospital Rector Peset, el Ayuntamiento de Valencia y la Consejería de Educación han cumplido los plazos prometidos para que el centro estuviera terminado este a...

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Toda una década de protestas y reivindicaciones no ha sido suficiente para que el equipo municipal de gobierno del Ayuntamiento de Valencia, que ha dirigido la popular Rita Barberá todo este tiempo, haya sido capaz de acelerar la construcción de al menos uno de los dos institutos prometidos en el mapa escolar de 1997. Ni con el cartel de Ciegsa puesto desde hace medio año en el descampado de la antigua acequia que pasaba por detrás del hospital Rector Peset, el Ayuntamiento de Valencia y la Consejería de Educación han cumplido los plazos prometidos para que el centro estuviera terminado este año.

Los vecinos, padres y alumnos del distrito Patraix-Sant Isidre -que tiene el dudoso récord de ser el único de la capital donde los alumnos de 12, 14 y 16 años siguen escolarizados en colegios de Primaria, bajos y prefabricados alquilados al cuartel del Ejército- volvieron a manifestarse ayer por la tarde para reclamar el prometido instituto.

Más de 600 alumnos de primer y segundo ciclo de la ESO están distribuidos en los 16 colegios públicos de la zona. "Esto provoca una masificación tremenda", explica Pepa, de la Coordinadora por la Enseñanza Pública de Patraix-Sant Isidre, que narra cómo los niños de Infantil de tres años están escolarizados en prefabricados ubicados en los propios colegios o en las llamadas "zonas comunes", que son "la sala de reuniones, biblioteca o el aula de música".

En la última reunión con la Dirección Territorial de Educación, la consejería achacó el desaguisado a que el programa de actuación integrada (PAI), que depende del Ayuntamiento, "está parado". El problema, añade la coordinadora, es que la masificación por la falta de plazas públicas de Secundaria está afectando seriamente el funcionamiento de institutos de la zona, como el IES Juan de Garay, que es uno de los principales receptores de inmigrantes.

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