Barcelona estrena la macrolibrería Bertrand

"Sabía que era grande, pero no tanto. ¿Y el cine llegaba hasta ahí?", inquiría ayer el ministro de Cultura, César Antonio Molina, en la inauguración de la librería Bertrand de Barcelona. La pregunta no es baladí: en Rambla de Catalunya, 37, en 1939 se reabría con el nombre de Alcázar un cine con 1.600 localidades, casi el mismo guarismo (1.500 metros cuadrados) que hoy ocupa la Bertrand con sus casi 140.000 libros y que hace poco era la tienda de decoración Musgo. Terminales para consultar el stock, sillones para escuchar libros, 60% de títulos de fondo, 180 metros para eventos, jardín ...

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"Sabía que era grande, pero no tanto. ¿Y el cine llegaba hasta ahí?", inquiría ayer el ministro de Cultura, César Antonio Molina, en la inauguración de la librería Bertrand de Barcelona. La pregunta no es baladí: en Rambla de Catalunya, 37, en 1939 se reabría con el nombre de Alcázar un cine con 1.600 localidades, casi el mismo guarismo (1.500 metros cuadrados) que hoy ocupa la Bertrand con sus casi 140.000 libros y que hace poco era la tienda de decoración Musgo. Terminales para consultar el stock, sillones para escuchar libros, 60% de títulos de fondo, 180 metros para eventos, jardín y espacio para el Círculo de Lectores (Bertrand es del grupo Bertelsmann) son las señas de la megalibrería. "Contra la crisis, más libros que nunca", espoleó el alcalde Jordi Hereu. En Bertrand, todos de acuerdo, pero buscando una facturación de 4.000 euros por metro cuadrado.

La librería Bertrand, ayer durante su inauguración, a la que asistieron unas 700 personas.CARLES RIBAS
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