Reportaje:

Moncloa cambia el paso

El PSOE se acercará a CiU si el PNV le abandona

Una vez más, la realidad ha cambiado el paso a las previsiones. Los sondeos, antes de la campaña de las elecciones gallegas y vascas, apuntaban la revalidación del bipartito gallego -PSdeG y BNG- frente al PP y colocaban el foco en Euskadi, donde una probable victoria por la mínima de Juan José Ibarretxe sobre el candidato socialista, Patxi López, iba a crear un serio problema a José Luis Rodríguez Zapatero. Éste tendría que elegir entre apoyar a un candidato socialista para gobernar Euskadi -aunque no ganara las elecciones, con el paradójico respaldo del PP y con la consecuencia de perder el...

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Una vez más, la realidad ha cambiado el paso a las previsiones. Los sondeos, antes de la campaña de las elecciones gallegas y vascas, apuntaban la revalidación del bipartito gallego -PSdeG y BNG- frente al PP y colocaban el foco en Euskadi, donde una probable victoria por la mínima de Juan José Ibarretxe sobre el candidato socialista, Patxi López, iba a crear un serio problema a José Luis Rodríguez Zapatero. Éste tendría que elegir entre apoyar a un candidato socialista para gobernar Euskadi -aunque no ganara las elecciones, con el paradójico respaldo del PP y con la consecuencia de perder el apoyo del PNV en las Cortes- o renunciar a esa posibilidad para garantizar el apoyo del PNV al Gobierno central en las Cortes.

Zapatero asume que López gobierne aun a costa de que el PNV le retire su apoyo
El Gobierno planea reformas y un pacto con los partidos ante la crisis

Sin embargo, el final de la campaña ha alterado los términos del problema para Zapatero. Euskadi es cada vez menos un problema para La Moncloa. Según los socialistas vascos, Zapatero tiene asumido que Patxi López gobernará el País Vasco. Zapatero ha captado esta campaña el total apoyo del PSE a la decisión de López de gobernar si logra mayoría, y esa ola es imparable, señalan en el PSE.

El PSE se ha visto también muy reforzado en sus pretensiones por Felipe González, que recordó a Patxi López que no sólo tiene la oportunidad de gobernar Euskadi si suma con el PP, sino la responsabilidad de hacerlo. "Aquí no sucederá lo de Navarra, donde la Ejecutiva Federal del PSOE decidió, hace dos años, los pactos contra la voluntad de la Ejecutiva navarra. Si Patxi suma una mayoría alternativa a Ibarretxe, presentará candidatura y que los demás se definan, el PNV, PP, IU...", dicen en el PSE.

Prueba de esta nueva situación es que La Moncloa y el PSOE ya piensan en CiU como nuevo aliado parlamentario ante la hipótesis de que el PNV les retire el apoyo en el Congreso de los Diputados como represalia por el paso de Ajuria Enea a manos de Patxi López. Y las circunstancias de la crisis económica son las que pueden propiciarlo.

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El problema número uno de la Presidencia del Gobierno es, y lo va a ser por mucho tiempo, la recesión y teme que empiece a hacer mella en la opinión pública. El resultado apretado que dan los sondeos, al final de la campaña de las elecciones gallegas, cuando hace pocos meses se daba por cantada la continuidad del bipartito entre socialistas y nacionalistas, es la prueba de que la crisis empieza a calar entre los ciudadanos.

El Gobierno está preparando un plan de reformas de calado y a largo plazo para paliar los efectos de la crisis económica que afectarán al ámbito educativo -contra el fracaso escolar, formación profesional y calidad universitaria-, al de la investigación, las telecomunicaciones, las grandes infraestructuras, el mercado laboral y la liberación de servicios. El paquete incluye la reforma de la Justicia. Un plan que pretende pactar con empresarios y sindicatos en el marco del diálogo social, pero que necesita también de un marco político.

Zapatero presentará previsiblemente este nuevo plan en el debate sobre el estado de la nación, que se celebrará antes de las vacaciones de verano. Y junto a estas políticas ofrecerá un gran pacto a los partidos frente a la crisis económica. Es ahí donde La Moncloa espera contar con apoyos políticos amplios, como el de Convergència i Unió, y también con el rechazo previsible del PP.

El resultado que hoy arrojen las elecciones gallegas será importante, precisamente, para marcar el ritmo de la crisis interna de los populares, pero no para la relación del PP con el Gobierno. Si gana Feijóo, el presidente del PP, Mariano Rajoy, su valedor, tendrá más cartas para afrontar la batalla contra sus rivales internos.

De lo contrario, la crisis del PP podría acelerarse. La Moncloa, sin embargo, no cree que dicho resultado y la crisis de los populares altere la política del primer partido de la oposición de utilizar la crisis económica como principal instrumento de batalla. No obstante, si el PP desalojara al bipartito del Gobierno de Galicia sí sería un serio aviso del electorado al Gobierno a cuenta de la recesión.

Por eso, en el calendario del Ejecutivo juega un papel fundamental el plan de reformas, que se dará a conocer antes de las vacaciones veraniegas, previsiblemente después de las elecciones al Parlamento europeo, que se celebrarán en junio. Éstas pueden ser un termómetro de cómo la crisis económica está afectando al ánimo de la población. Para ese momento, la crisis ya afectará al sector de los servicios y, con él, a las clases medias, aunque el Ejecutivo espera un cierto alivio en el desempleo entre el final de la primavera y el verano por su plan municipal y el turismo.

Es a partir de ahí y hasta el otoño cuando el entorno de Zapatero calcula idóneo para que el presidente del Gobierno haga una remodelación profunda de su equipo. Aunque aún es pronto para conocer su alcance, todo apunta a que afectará al equipo económico. Su titular, el vicepresidente Pedro Solbes, no pierde oportunidad de decir que desea ser relevado.

La remodelación tiene un doble sentido. En ese momento, cuando se podrá vislumbrar el horizonte de la crisis y existirá un plan de reforma sobre la mesa, Zapatero precisa dar un impulso a la acción de Gobierno con un relevo, señalan fuentes gubernamentales. Por otra parte, hace un año formó su equipo de Gobierno sin conocer la gravedad que iba a tener la crisis económica.

SCIAMMARELLA

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