¿Qué hacemos ahora que no compramos?

Ahora la crisis económica llena las hojas de los periódicos y los minutos de los informativos. Cuando no la había todo eran invitaciones al consumo, a no valorar nada, a vivir para comprar.

¿Qué hacemos ahora que no compramos? Volvamos a los libros, son caros pero hay bibliotecas cerca que los prestan. Vayamos al cine, es caro pero quitemos la comida y bebida que encarece la entrada y molesta bastante. Recuperemos el paseo, la tertulia, las actividades deportivas. Saboreemos el café con los amigos y seamos felices. Saquemos algo positivo de tanta crisis. Lo negativo está claro: nos hici...

Ahora la crisis económica llena las hojas de los periódicos y los minutos de los informativos. Cuando no la había todo eran invitaciones al consumo, a no valorar nada, a vivir para comprar.

¿Qué hacemos ahora que no compramos? Volvamos a los libros, son caros pero hay bibliotecas cerca que los prestan. Vayamos al cine, es caro pero quitemos la comida y bebida que encarece la entrada y molesta bastante. Recuperemos el paseo, la tertulia, las actividades deportivas. Saboreemos el café con los amigos y seamos felices. Saquemos algo positivo de tanta crisis. Lo negativo está claro: nos hicieron creer que éramos dueños de todo lo que queríamos tener. El dinero era relativamente fácil de conseguir. Los trabajos en determinados sectores estaban bien pagados y no requerían titulación. El saber no ocupaba lugar ni llenaba los bolsillos.

Ahora que todo parece haber cambiado, que nada es fácil, cambiemos también la mentalidad. Eduquemos a los chicos en el esfuerzo, en las ganas de aprender, en la necesidad de expresarse correctamente. Preparemos a los estudiantes de hoy para el buen trabajo del mañana. Basta ya de chapucillas mal formados y ambiciosos que llevan todo a la ruina.