Dibujos, fotografías y grabaciones para un diario

Todo debe quedar registrado, grabado, dibujado y fotografiado durante los trabajos de búsqueda, localización y recuperación de víctimas de la Guerra Civil. El borrador del protocolo de exhumaciones elaborado por el Gobierno insiste repetidas veces en la necesidad de que las entrevistas a familiares y testigos, "el punto de partida de la investigación", se escriban, se graben y se conserven, cumpliendo los requisitos que establece la ley de protección de datos. Todo el trabajo realizado quedará registrado en un diario de excavación.

En la misma línea, el protocolo que propone el M...

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Todo debe quedar registrado, grabado, dibujado y fotografiado durante los trabajos de búsqueda, localización y recuperación de víctimas de la Guerra Civil. El borrador del protocolo de exhumaciones elaborado por el Gobierno insiste repetidas veces en la necesidad de que las entrevistas a familiares y testigos, "el punto de partida de la investigación", se escriban, se graben y se conserven, cumpliendo los requisitos que establece la ley de protección de datos. Todo el trabajo realizado quedará registrado en un diario de excavación.

En la misma línea, el protocolo que propone el Manual sobre la prevención e investigación eficaces de las ejecuciones extralegales, arbitrarias o sumarias, de Naciones Unidas, establece que los investigadores deben intentar identificar y entrevistar a todos los posibles testigos del crimen incluidos los sospechosos. Esto incluye a los parientes y amigos de la víctima, los vecinos, los que conocían a los sospechosos, los que pueden haber observado el crimen, el lugar, a la víctima o a los sospechosos en la semana anterior al homicidio y las que conocen posibles motivos.

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Ficha del fallecido

Además, el borrador elaborado por el Gobierno afirma que deberán elaborarse las llamadas fichas ante mortem del desaparecido, un documento que equivale a poner por escrito todo cuanto se recuerda de la víctima: si era alto o bajito, si tenía alguna marca o lesión, su edad en el momento de la desaparición, a qué se dedicaba, quién le vio por última vez... y los datos de los familiares que en caso de hallar un cadáver en una fosa podrían someterse a un análisis de ADN para saber si es la persona que buscan desde hace 70 años.

Toda esta información, reza el protocolo, figurará en un informe final, similar a un atestado policial, que será distribuido a los familiares, a las asociaciones interesadas, al ayuntamiento y a la comunidad autónoma donde se ubique la fosa. "Se deberá acordar con los familiares las condiciones del tratamiento y difusión que se pretende realizar de los informes, noticias, artículos y fotografías, relacionadas con las intervenciones", y añade: "Se valorará por las comunidades autónomas competentes la elaboración de una base de datos con fines de identificación".

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