CÁMARA OCULTA

Agarra a Mustafá

Retorno a Hansala de Chus Gutiérrez continúa cosechando premios antes de su estreno en España. Esta noche recibirá la Pirámide de Oro del festival internacional de El Cairo, que en esta edición ha tenido a España como país invitado. En esta edición del festival egipcio, reconocido como de clase A, se han presentado varias buenas películas, lo que no dejó de sorprender dada la desorganización que lo invade todo. Es un guirigay, empezando por la ceremonia de inauguración en la que intervino el ministro español César Antonio Molina en un escenario tan repleto de gente que parecía el camaro...

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Retorno a Hansala de Chus Gutiérrez continúa cosechando premios antes de su estreno en España. Esta noche recibirá la Pirámide de Oro del festival internacional de El Cairo, que en esta edición ha tenido a España como país invitado. En esta edición del festival egipcio, reconocido como de clase A, se han presentado varias buenas películas, lo que no dejó de sorprender dada la desorganización que lo invade todo. Es un guirigay, empezando por la ceremonia de inauguración en la que intervino el ministro español César Antonio Molina en un escenario tan repleto de gente que parecía el camarote de los Marx -Susan Sarandon, Goldie Hawn, Julia Ormond, entre muchos otros-, y mientras el público abandonaba la sala precipitadamente creyendo que el acto había terminado. El propio Omar Shariff, presidente de honor, comentó con ironía que saltaba a la vista que los egipcios no tenían el rigor organizativo de los alemanes y que en su país las cosas se hacen de otra manera.

Asombro

Los invitados españoles -no estuvieron algunos de los que han sido premiados: Juan Diego Botto como mejor actor por El Greco, y José Luis Cuerda, mención especial por Los girasoles ciegos- no daban crédito ante cuanto sucedía. Un grupo de actrices -Lola Dueñas, Marian Álvarez, Barbara Goenaga, Miriam Correa...-, y algunos directores o productores, se quedaban con un palmo de narices al reclamar algunas de las promesas que se les habían hecho. "Agarra a Mustafá", les respondían, en referencia quien teóricamente se encargaba de su cuidado.

Pero ese caos desaparecía al presentar ante el público sus películas respectivas. El interés de las preguntas, su sensibilidad para entender matices que teóricamente les eran ajenos, demostraban que a fin de cuentas había valido la pena viajar hasta El Cairo.

Más allá del cine de Almodóvar, nada se sabe en Egipto de las películas españolas. Y en el caso del director manchego a través de la piratería puesto que a excepción de Volver, sus títulos están prohibidos. En España tampoco sabemos mucho del cine egipcio, ni siquiera del gran Yousef Chahine, a quien se le rendía homenaje con motivo de su reciente fallecimiento. Homenaje organizado igualmente desde el caos, aunque nadie en esta ocasión pudiera reclamar la ayuda del famoso y casi siempre inaprensible Mustafá.

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