Las lluvias provocan otra crecida del 'río' de Coslada

Un arroyo volvía a atravesar ayer el barrio de Santiago-Vicálvaro de Coslada. Las lluvias, suaves pero constantes, comenzaron a primera hora de la mañana, y el torrente de agua que baja por la calle de Santiago y la avenida de Vicálvaro recuperó parte de su caudal. En las zonas más empantanadas cubría por la rodilla. Un riachuelo al que los vecinos ya casi se han acostumbrado, tras un mes y medio de inundaciones intermitentes. Juan, de 54 años, paseaba río abajo junto a su vecino Eusebio. "Mi barcooo, me lo robaron", tarareaba. "Habrá que tener buen humor", señalaba más tarde Eusebio, "ya que ...

Un arroyo volvía a atravesar ayer el barrio de Santiago-Vicálvaro de Coslada. Las lluvias, suaves pero constantes, comenzaron a primera hora de la mañana, y el torrente de agua que baja por la calle de Santiago y la avenida de Vicálvaro recuperó parte de su caudal. En las zonas más empantanadas cubría por la rodilla. Un riachuelo al que los vecinos ya casi se han acostumbrado, tras un mes y medio de inundaciones intermitentes. Juan, de 54 años, paseaba río abajo junto a su vecino Eusebio. "Mi barcooo, me lo robaron", tarareaba. "Habrá que tener buen humor", señalaba más tarde Eusebio, "ya que las soluciones van para largo, es lo único que nos queda".

La mayoría de las casas de la avenida de Vicálvaro estaban cerradas a cal y canto. Muchos, como el hijo de la mujer fallecida por la riada del 22 de septiembre, han abandonado sus casas por el miedo a nuevas inundaciones. "Mi hijo es el que vivía aquí", comentaba un transeúnte. "Sólo he venido a sacar un poco de barro por la mañana, porque llovía, y por la tarde vendrá mi mujer", añadió.

Los vecinos del Cañaveral aguantan: "No tenemos otro sitio a donde ir"

Río arriba se accedía hacia la calle de Santiago, de donde venía gran parte del caudal procedente del canal transversal a la M-45, por el que el agua corría, constante. Al otro lado de la autovía, en los desarrollos urbanísticos de Vicálvaro, pequeños arroyos fluían hacia las canalizaciones de la M-45 que desembocan hacia Coslada.

Quienes no habían dejado sus hogares eran los vecinos del poblado del Cañaveral, en Vicálvaro. "No tenemos otro sitio a donde ir", señalaba Soraya, rubia de ojos oscuros, sujetando con sus brazos gruesos a su hijo embarrado. Las chabolas se extendían junto a una gran balsa de agua paralela a la carretera de Mejorada. Entre choza y choza, grandes charcos se mezclaban con basura y barro. En las profundidades del poblado, más allá de los restos de los barracones en los que malviven muchas familias gitanas, las chozas más pequeñas se encontraban anegadas por el barro. "Aquí duermo yo", exclamaba con desesperación un gitano joven, señalando su chabola de apenas cuatro metros cuadrados, con el colchón lleno de tierra y agua.

La Dirección General de Protección Ciudadana alertó a mediodía de ayer a los ayuntamientos de la región de que había previsiones de fuertes lluvias a lo largo de la tarde. En especial se iban a dar en el Corredor del Henares, en la zona sur metropolitana y en la comarca de Las Vegas. Un portavoz de Emergencias 112 recomendó tener mucha precaución con los vehículos y llevar lleno el depósito de combustible. Los bomberos del Ayuntamiento de Madrid efectuaron entre las nueve y las siete de la tarde unas 40 salidas por problemas generados por la lluvia. Balsas de agua, ramas de árboles caídas, derrumbes de falsos techos... La Agencia Estatal de Meteorología prevé para hoy cielos nubosos con intervalos de nubes medias y altas por la tarde. La temperatura máxima en la capital será de unos 13 grados.