Colectivo en apuros
Son un motor de la economía de EE UU. La representación más próspera de la comunidad latina dirige 2,5 millones de pequeñas y medianas empresas con ventas anuales cercanas a los 200.000 millones de dólares. Sin embargo, la crisis se está cebando con especial dureza en los latinos.
La mayoría de los miembros de la comunidad despedidos de andamios, restaurantes y cadenas de montaje, o aquellos agobiados por la servidumbre crediticia de sus negocios, culpa de sus penurias a George W. Bush y, por elevación, a quien casi siempre votó a su lado, John McCain.
Los inmigrantes viven horas...
Son un motor de la economía de EE UU. La representación más próspera de la comunidad latina dirige 2,5 millones de pequeñas y medianas empresas con ventas anuales cercanas a los 200.000 millones de dólares. Sin embargo, la crisis se está cebando con especial dureza en los latinos.
La mayoría de los miembros de la comunidad despedidos de andamios, restaurantes y cadenas de montaje, o aquellos agobiados por la servidumbre crediticia de sus negocios, culpa de sus penurias a George W. Bush y, por elevación, a quien casi siempre votó a su lado, John McCain.
Los inmigrantes viven horas bajas, entrampados, malhumorados porque no pueden con las mensualidades de un piso que compraron por 300.000 dólares y vale menos de 200.000, ni con las remesas familiares a México, El Salvador o Guatemala, en caída libre. El 40% padece el mal de las hipotecas basura, contra el 18% de los anglosajones. Más de 25.000 viviendas de propiedad hispana fueron ya embargadas. La comunidad contrajo 692.014 préstamos hipotecarios en el bienio 2005-2006, frente a los 448.082 de la afroamericana y los 241.318 de la asiática, según un informe de la Conferencia sobre la Industria del Financiamiento.