Cartas al director

Brassens y el señor Rajoy

"Cuando la fiesta nacional, yo me quedo en la cama igual, que la música militar nunca me supo levantar...". La frase procede de una estrofa de La mala reputación de G. Brassens, y siempre, a título personal, la he suscrito en su integridad y obrado en consecuencia.

Quedarse en la cama un rato más es lo que presumiblemente hubiera preferido Mariano Rajoy el domingo de marras, y, como él, muchas personas que no pueden sugerir tal posibilidad, siquiera sea de un modo hipotético, por aquello de no decir nada políticamente incorrecto. Hasta ahí, nada que reprochar al señor Rajoy, si n...

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"Cuando la fiesta nacional, yo me quedo en la cama igual, que la música militar nunca me supo levantar...". La frase procede de una estrofa de La mala reputación de G. Brassens, y siempre, a título personal, la he suscrito en su integridad y obrado en consecuencia.

Quedarse en la cama un rato más es lo que presumiblemente hubiera preferido Mariano Rajoy el domingo de marras, y, como él, muchas personas que no pueden sugerir tal posibilidad, siquiera sea de un modo hipotético, por aquello de no decir nada políticamente incorrecto. Hasta ahí, nada que reprochar al señor Rajoy, si no fuera porque hace un año utilizaba la misma efeméride y el mismo desfile al que hace un par de días no dudó en calificar de coñazo para alardear de ser el adalid de la españolidad y convocar a sus conciudadanos al mismo, vídeo "institucional" incluido. Y es que, a veces, el destino gasta algunas bromas pesadas.

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