"¿Para qué voy a denunciar si no me van a creer?"

La mujer asesinada en Villanueva de la Cañada llevaba sufriendo malos tratos desde hacía 40 años

Nati se enciende un cigarrillo. Aspira profundamente y no dice nada. Sus ojos denotan que ha pasado una mala noche, que no ha dormido. Le acompañan dos familiares. Está a las puertas del Instituto Anatómico Forense. Dentro en una de las cámaras se encuentra su madre, Christine Hedwig Lang, de 66 años y origen alemán, la última víctima por violencia machista. "Gracias por haber venido, pero no voy a comentar nada. Tan sólo que lamento muchísimo que mi madre sea la última de la lista de mujeres asesinadas por este tipo de violencia", se limita a decir tras quitarse el cigarrillo de la boca. Y es...

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Nati se enciende un cigarrillo. Aspira profundamente y no dice nada. Sus ojos denotan que ha pasado una mala noche, que no ha dormido. Le acompañan dos familiares. Está a las puertas del Instituto Anatómico Forense. Dentro en una de las cámaras se encuentra su madre, Christine Hedwig Lang, de 66 años y origen alemán, la última víctima por violencia machista. "Gracias por haber venido, pero no voy a comentar nada. Tan sólo que lamento muchísimo que mi madre sea la última de la lista de mujeres asesinadas por este tipo de violencia", se limita a decir tras quitarse el cigarrillo de la boca. Y es que detrás hay mucho dolor y sufrimiento. Christine Hedwig sufrió 40 años de malos tratos físicos y psíquicos. Casi tantos años como los que llevaba casada con el que sería su asesino, su marido. Éste la mató a cuchilladas la tarde del martes en el chalé que tenían ambos en la localidad de Villanueva de la Cañada y se entregó a la Guardia Civil tras limpiarse y quitarse la ropa manchada.

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"Como otras muertes, se veía venir", afirma Pérez del Campo
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Hedwig acudió hace un año a la Federación de Asociaciones de Separadas y Divorciadas. Contactó con este colectivo a través de la página de Internet. Nada más llegar, las especialistas le aconsejaron que abandonara su casa y que se metiera en un centro de acogida. Allí recibiría tratamiento psicológico, además del jurídico. Ella se negó. "¿Para qué voy a denunciar si los jueces no me van a creer todo lo que he estado pasando?", preguntó a las responsables de la federación.

Los malos tratos por parte de su marido comenzaron, según explicó la mujer, al poco tiempo de casarse. No se limitaba a golpes o palizas. "Lo que peor llevaba ella era el abuso psicológico a que la tenía sometida. Su marido había conseguido anular su personalidad totalmente", explicó la presidenta de la federación, Ana María Pérez del Campo Noriega.

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La Guardia Civil intentó interrogar al marido, cuyo nombre corresponde a las iniciales A. S. C., de 64 años y nacionalidad española, pero él se negó. Tan sólo se limitó a decir que había tenido una discusión con su esposa y que la había matado. La titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Móstoles decretó ayer la prisión comunicada y sin fianza para el detenido. Éste, que está acusado de un delito de maltrato en el ámbito familiar con resultado de muerte (homicidio), ingresó por la tarde en el centro penitenciario de Soto del Real, según informó un portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

"La muerte de esta mujer no es producto de una acción aislada. Como muchas, se veía venir. Finalmente, si la víctima quiere escapar, la matan", explicó Pérez del Campo. Christine Hedwig tenía fijada para las 9.50 de ayer la vista para divorciarse de su marido, con el que estaba casada desde hacía 42 años. Debía celebrarse en los juzgados de la plaza de Castilla, ya que la familia residía en el barrio de Aluche. Desde que decidieron separarse, la mujer se había quedado en la segunda residencia de la familia, en Villanueva de la Cañada. "El maltrato que sufría era habitual, constante y permanente. La mujer tenía un miedo insuperable y una indecisión total. Le ofrecimos un tratamiento integral en nuestro centro, pero ella se negó. Desde luego, no la podíamos obligar", concluyó la presidenta de la federación.

Los vecinos de Hedwig en Villanueva de la Cañada se quedaron anonadados con el final que sufrió la mujer. "La conocíamos desde hacía más de 30 años, cuando compraron la finca. Era una mujer muy educada. Tenía pasión por sus perros y sus plantas. Como no tenía electricidad ni agua corriente, tenía que ir regando uno por uno los árboles", explicó una vecina.

La federación quiere personarse como acción popular en la causa contra el marido de Hedwig. "Todo dependerá de las consideraciones que haga el juez que lleve el caso y de que no nos ponga una fianza que resulte imposible de acceder", concluyó Pérez del Campo.

La décima víctima del año

La lista de mujeres que han perdido la vida víctimas de la violencia machista este año llega tiene ya dos dígitos. La muerte en Villanueva de la Cañadade de Christine Hedwig Lang, la décima víctima, hace que a fecha de hoy se haya superado el mismo número de muertes que en el mismo periodo del año pasado (nueve). El año 2007 se cerró con 12 casos, en su mayoría ocurridos en la capital.

Este año ha sido especialmente duro en los dos primeros meses, cuando cinco mujeres murieron a manos de sus maridos y novios. Alcalá de Henares vivió en menos de una semana dos crímenes, en los que perdieron la vida una mujer de 20 años y otra de 44. En este último caso, también fue asesinado a cuchilladas un niño de 11 años.

Los asesinos han utilizado en casi todos los casos las armas blancas para matar a sus compañeras. En dos de ellos, la víctima fue quemada o empujada desde la ventana.

Todos los asesinatos están resueltos y detenidos los autores del crimen. Y es que la forma de actuar de un asesino de violencia machista es casi siempre la misma: o se entrega tras haber cometido el homicidio o se suicida junto a su víctima. Este último caso se dio el 12 de julio en Ciempozuelos, cuando murió María José Sanz Terceño. Instantes después de matarla en el comercio que regentaba la mujer, su atacante se quitó la vida.

Las edades de las víctimas oscilan entre los 20 y los 66 de la última, Christine Hedwig. Por nacionalidades, hay cuatro españolas, dos bolivianas, una alemana, una rumana, una peruana y una colombiana.

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