Análisis:EL ACENTO

¿Y si catáramos todo a ciegas?

A veces, lo que más vale no es forzosamente lo mejor. El ser humano se mueve imbuido por lo que indica la marca comercial o por lo que el presunto experto de algo recomienda. ¿Es la moda la que al final dicta la última palabra? ¿Qué sucedería si no hubiese supuestas voces o plumas autorizadas para sentenciar que tal o cual producto es inmejorable y si todo dependiera al final del juicio sincero de cada uno? ¿El éxito de una novela, de una película o de una pintura lo provoca su propia calidad o más bien influye en gran parte lo que el crítico opina? Los creadores odian a los críticos cuando le...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

A veces, lo que más vale no es forzosamente lo mejor. El ser humano se mueve imbuido por lo que indica la marca comercial o por lo que el presunto experto de algo recomienda. ¿Es la moda la que al final dicta la última palabra? ¿Qué sucedería si no hubiese supuestas voces o plumas autorizadas para sentenciar que tal o cual producto es inmejorable y si todo dependiera al final del juicio sincero de cada uno? ¿El éxito de una novela, de una película o de una pintura lo provoca su propia calidad o más bien influye en gran parte lo que el crítico opina? Los creadores odian a los críticos cuando les tratan mal, pero les miman si les halagan.

Eso que existe con diversas artes ocurre también en el campo de la gastronomía. Si un restaurante es caro pensamos que lo será porque es bueno. Si, por ejemplo, una botella de Château Lafite cuesta más de 700 euros será porque lo vale, nos decimos. Pero no siempre es así, ni mucho menos.

Robin Goldstein, un famoso crítico culinario tejano, fundador y editor de varias guías gastronómicas, decidió en mayo pasado hacer una "cata ciega" con medio millar de catadores para probar 540 vinos diferentes. El resultado sorprendente fue que las críticas resultaron inversamente proporcionales a los precios. Lo cual significa que no siempre precio y calidad están ligados. Pero que, sin embargo, el consumidor juzga positivamente el producto en función de su coste. Cuanto más influenciable sea al impacto de la crítica, más se podrá decantar por los elogios, merecidos o inmerecidos, de un vino e incluso argumentará su elección en función del aroma, el cuerpo, el sabor o hasta el mismo diseño de la botella.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Goldstein ha llegado incluso a ser premiado por la revista de enología estadounidense Wine Spectator al recomendar la carta de vinos de un restaurante de Milán. Lo más hilarante (y sonrojante para esa publicación, que ha pedido disculpas) es que el local no existe y los caldos en cuestión habían sido catalogados por la propia revista como los peor valorados en los últimos 20 años. Poco más hay que agregar ante un hecho que induce a la reflexión sobre por qué a veces somos tan estúpidos.

Archivado En