Manifestantes de izquierda impiden un acto 'ultra' en Colonia

Decenas de miles de manifestantes alemanes de izquierda impidieron ayer la concentración convocada por la organización ultraderechista Pro-Colonia como acto central del llamado Congreso antiislamización. La protesta, a la que acudieron según la policía unas 40.000 personas, indujo a las autoridades a prohibir la celebración del acto ultraderechista por razones de orden público.

Aunque la mayoría de los manifestantes desfiló pacíficamente, hubo enfrentamientos entre grupos radicales y ataques en contra de los policías que protegían los ultras.

Pro-Colonia, una formación pol...

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Decenas de miles de manifestantes alemanes de izquierda impidieron ayer la concentración convocada por la organización ultraderechista Pro-Colonia como acto central del llamado Congreso antiislamización. La protesta, a la que acudieron según la policía unas 40.000 personas, indujo a las autoridades a prohibir la celebración del acto ultraderechista por razones de orden público.

Aunque la mayoría de los manifestantes desfiló pacíficamente, hubo enfrentamientos entre grupos radicales y ataques en contra de los policías que protegían los ultras.

Pro-Colonia, una formación política fundada en 1996 y que cuenta con representación en el Ayuntamiento desde 2004, organizó el acto para protestar contra la que considera la "islamización e invasión de inmigrantes" que sufren Alemania y Europa. La plataforma se opone a la ampliación de la mezquita del distrito de Ehrenfeld, autorizado por el Ayuntamiento, que la convertiría en la mezquita central de la ciudad y dotaría de minaretes de 55 metros y una gran cúpula.

Pro-Colonia había invitado a su congreso a destacados líderes de la ultraderecha europea. El francés Jean-Marie Le Pen y el austriaco Heinz-Christian Strache declinaron la invitación.

Sin sus estrellas, la organización convocó el viernes una rueda de prensa en un barco anclado en el Rin. Los intentos de abordaje y los lanzamientos de piedras y bolsas de pintura por grupos izquierdistas obligaron al Moby Dick a zarpar sin apenas periodistas a bordo. Comenzó así una deriva de cuatro horas. Los taxistas, los chóferes de autobús y hosteleros negaron después sus servicios a los desembarcados.

La enorme atención mediática concedida a los sucesos de los últimos dos días ha dado a Pro-Colonia una proyección desconocida hasta ahora. Su líder, Manfred Rouhs, así lo reconoció ayer: "En política, obtener atención es algo importante".

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Policías alemanes vigilan uno de los puntos de reunión de los ultraderechistas en el acto de Colonia.REUTERS

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