Un autobús arrolla y mata a una niña y una mujer en el Carmel tras una riña

Una niña de 10 años y una mujer de 36 perdieron ayer la vida tras ser embestidas por un autobús en el barrio del Carmel de Barcelona. El conductor perdió el control tras una discusión acalorada con el dueño de una furgoneta que le bloqueaba el paso. Después arrancó desde una curva cerrada, se subió a la acera y se empotró en un edificio arrollando a seis peatones: dos murieron casi al instante y cuatro seguían ingresados a última hora de la noche. Una de las heridas es la madre de la niña fallecida, y otra, la abuela. Siete personas más, entre ellos un bebé de dos meses, sufrieron heridas leve...

Una niña de 10 años y una mujer de 36 perdieron ayer la vida tras ser embestidas por un autobús en el barrio del Carmel de Barcelona. El conductor perdió el control tras una discusión acalorada con el dueño de una furgoneta que le bloqueaba el paso. Después arrancó desde una curva cerrada, se subió a la acera y se empotró en un edificio arrollando a seis peatones: dos murieron casi al instante y cuatro seguían ingresados a última hora de la noche. Una de las heridas es la madre de la niña fallecida, y otra, la abuela. Siete personas más, entre ellos un bebé de dos meses, sufrieron heridas leves y fueron dadas de alta.

El chófer de la furgoneta se dio a la fuga tras presenciar el accidente

El accidente ocurrió a las 11.50 horas. El autobús, de la línea 87 y de la empresa Authosa, había quedado bloqueado por una furgoneta de reparto mal aparcada en un chaflán con desnivel y a media curva, entre las calles de Dante y Pantà de Tremp. Tras unos 15 minutos apareció el propietario de la furgoneta, que intercambió insultos con el conductor del autobús sin llegar a las manos. Cuando la furgoneta arrancó, el autobús salió disparado tras ella. "Pasó de cero a 50 kilómetros en un segundo, quizá para asustar a la furgoneta", explicó un vecino.

El acelerón impidió que el vehículo corrigiera la trayectoria: tenía las ruedas dirigidas hacia la acera y fue hacia ella al tiempo que una decena de peatones pasaba por el lugar. Sólo paró al incrustarse en el pilar de un edificio. Arremetió de lleno contra la víctima de 36 años, que fue localizada bajo el vehículo y con una hilera de motocicletas encima. "La hemos encontrado de milagro: he visto cabello debajo de las motos. Intenté hablarle, pero no contestó", explicó un vecino que fue de los primeros en asistir a las accidentadas. La brutalidad del golpe obligó a que le amputaran ambos brazos mientras era trasladada al hospital de Sant Pau, donde ingresó ya sin vida. La niña salió disparada y le cayó encima un marco y una cristalera que el autobús arrancó del edificio, según el mismo vecino. Sólo llegar al hospital, falleció. En el momento del accidente iba acompañada de su madre, su abuela y su hermano, de unos seis años de edad, que salió ileso. "El pequeño no sabía qué hacer, andaba arriba y abajo pidiendo ayuda", relató el mismo vecino.

El conductor de la furgoneta se dio a la fuga. "Vio el accidente porque tembló todo el barrio. Pareció una explosión", aseguraron varios testigos. La policía lo busca para tomarle declaración. El chófer del autobús, que lleva 17 años en el empleo, es un viejo amigo del barrio al que los vecinos conocen por su prudencia al volante. Dio negativo en la prueba de alcoholemia y fue trasladado al hospital con heridas leves y una crisis de ansiedad. El autobús que conducía tiene cinco años de antigüedad y las revisiones en regla, dijo la empresa propietaria. La Guardia Urbana no ha presentado cargos contra ninguno de los conductores, a la espera de cerrar la investigación.

Los vecinos criticaron la complejidad del cruce: una curva estrecha, cerrada y muy transitada por la proximidad de una plaza y un mercado. Un punto donde ya se han producido varios incidentes similares; eso sí, sin víctimas.