Camps acepta el relevo de Alperi en la alcaldía de Alicante tras controlar a Ripoll

La futura alcaldesa, Sonia Castedo, agradece la protección de su mentor

Alperi se va. El alcalde de Alicante durante casi 14 años anunció ayer que dimite del cargo y deja en su puesto a su mano derecha, la edil de Urbanismo, Sonia Castedo. Una renuncia que se esperaba desde hacía meses, ya que el propio Alperi había verbalizado públicamente en diversas ocasiones que no tenía intención de agotar su cuarto mandato al frente de la alcaldía. Aunque nunca puso fecha.

La fecha la puso el jefe del Consell, Francisco Camps, que eligió para la renuncia de Alperi el mismo día en el que se proclamaba oficialmente candidato a la reelección como líder regional del PP co...

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Alperi se va. El alcalde de Alicante durante casi 14 años anunció ayer que dimite del cargo y deja en su puesto a su mano derecha, la edil de Urbanismo, Sonia Castedo. Una renuncia que se esperaba desde hacía meses, ya que el propio Alperi había verbalizado públicamente en diversas ocasiones que no tenía intención de agotar su cuarto mandato al frente de la alcaldía. Aunque nunca puso fecha.

La fecha la puso el jefe del Consell, Francisco Camps, que eligió para la renuncia de Alperi el mismo día en el que se proclamaba oficialmente candidato a la reelección como líder regional del PP con el aval de todos los presidentes locales y provinciales.

Unos avales que, en la práctica, se traducen en un juramento de lealtad por parte del presidente de la Diputación y del PP provincial de Alicante, José Joaquín Ripoll, y sus seguidores. Ripoll, que es el número dos de la candidatura municipal del PP, renunció ayer definitivamente a sus aspiraciones de ser alcalde de Alicante y se alinea con Camps y la mayoría del partido.

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Fuentes populares indicaron que las relaciones con la dirección provincial de Alicante se han vuelto más fluidas y reconocieron que, aunque no hay ningún compromiso cerrado, sí se le ha transmitido a Ripoll que podría mantener la presidencia del PP alicantino si aglutina a la mayoría que dirige Camps.

Alperi, de 63 años, anunció su dimisión, arropado por Camps y Ripoll, en el salón azul del Ayuntamiento. "He tomado la decisión de dimitir como alcalde y propondré a Sonia Castedo como candidata", dijo Alperi, que formalizará la renuncia en las próximas semanas.

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El alcalde de Alicante mantendrá su acta de diputado en las Cortes Valencianas, cargo con el que mantiene su condición de aforado para afrontar el último de los casos judiciales por los que está imputado. Dos han sido archivados y ahora sólo le queda el pleito por anomalías contables en Mercalicante. Fuentes del PP descartaron que vaya a entrar en el nuevo Consell de Camps.

La renuncia de Alperi se produce un día después de amenazar públicamente con reducir el número de dedicaciones exclusivas a los concejales de la oposición porque "no se merecen las prebendas que reciben". Alperi ha tenido un peculiar estilo de gobernar. De carácter afable y próximo, jamás se ha mordido la lengua y su gestión no ha estado exenta de polémicas. Y pese a que ayer defendió desde que accedió a la alcaldía en 1995 se han hecho obras tan importantes como el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), a punto de salir a exposición pública, o el Centro de Congresos, en fase de proyecto, Alperi abandona el cargo sin dejar acabada ninguno de sus proyectos urbanísticos emblemáticos. El urbanismo es su materia pendiente. Y su verdadera cruz han sido sus imputaciones judiciales.

En política los tiempos son importantes. ¿Por qué Alperi anunció ayer esta decisión que tenía tomada desde el día que ganó las elecciones? ¿Qué será de Alperi política y profesionalmente? "Soy diputado autonómico y no tengo otro destino", se limitó a decir de forma escueta. No quiso contestar ni dar una pista sobre su planes futuros. Fuentes consultadas por este periódico aseguraron que la renuncia estaba previsto que se produjera después de la celebración de la Volvo Ocean Race, cuyas celebraciones empiezan el próximo viernes y que culminará el 11 de octubre con la salida de la regata. Aunque las especulaciones arrancan desde meses antes, desde el momento que en su propia toma de posesión dijo claro que no agotaría mandato. Especulaciones ha habido para todos los gustos: a la CAM, a la presidencia del puerto o de las Cortes. Pero también, admiten otras fuentes, que a sus 63 años "lleva mucho tiempo en primera línea política".

La renuncia de Alperi no ha sido la única de un primer edil en los últimos años avalada por el presidente del Consell. El ex alcalde de Castellón José Luis Gimeno presentó en 1995 su dimisión también después de 13 años de edil para dirigir las actuaciones de Castellón Cultural.

Las reacciones a la renuncia de Alperi no se hicieron esperar. Diversos cargos del PP valenciano salieron en tromba para defender la trayectoria de Alperi. "Ha sido el mejor alcalde que ha tenido Alicante", coincidieron en subrayar el vicepresidente económico del Consell, Gerardo Camps y el diputado popular Miguel Peralta. Por otro lado, la noticia no sorprendió al Grupo Socialista municipal, aunque sí la fecha, a una semana del inicio de los festejos de la Volvo Ocean Race. Roque Moreno, portavoz municipal socialista, tildó la renuncia de Alperi como "una buena noticia" y "el mejor servicio que ha hecho a la ciudad". Moreno dijo que su trayectoria política "ha estado marcada más por sus estancias en los pasillos de los juzgados que por su gestión". La oposición también dudó de la capacidad de la nueva alcaldesa. El portavoz de Políticas Municipales de la Gestora Socialista, Rafael Rubio, enmarcó la "sorpresiva" decisión de Alperi "en una transacción dentro de la crisis que atraviesa el PP en la Comunidad Valenciana". Estas reacciones se solaparon con las que durante toda la mañana provocó la amenaza de Alperi de dejar a la oposición sin sueldo. Ángel Luna, portavoz socialista en las Cortes y ex alcalde de Alicante, identificó los "insultos" de Carlos Fabra, las "ausencias" de Camps y las amenazas de Alperi para concluir que "el PP necesita un manual de democracia, si no son capaces de soportar las críticas de la oposición, que se dediquen a otra cosa, tal vez creen que la oposición está para hacerles palmas". Glòria Marcos, coordinadora general de Esquerra Unida, consideró la actitud de Alperi "como una explicitación clara del matonismo político del PP para intentar dar miedo a la oposición". Sin embargo, la dirección regional del PP avaló las polémicas declaraciones de Alperi.

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