Los taxistas hacen su agosto con el circuito

"No he parado, este fin de semana voy a salvar el mes, que ha sido muy flojito". Los taxistas de Valencia tienen razones para alegrarse de la celebración del Gran Premio de Europa de Fórmula 1 el tercer fin de semana de un mes de agosto que ha sido, hasta la fecha, más bien triste. El transporte público, esencialmente el taxi y el tranvía, son las vías de acceso más cómodas al circuito y sus inmediaciones, donde ayer se concentraban miles de aficionados, curiosos y visitantes casuales. Los taxis disfrutan de acceso libre a zonas restringidas al resto de vehículos y cargan pasajeros en cuanto q...

"No he parado, este fin de semana voy a salvar el mes, que ha sido muy flojito". Los taxistas de Valencia tienen razones para alegrarse de la celebración del Gran Premio de Europa de Fórmula 1 el tercer fin de semana de un mes de agosto que ha sido, hasta la fecha, más bien triste. El transporte público, esencialmente el taxi y el tranvía, son las vías de acceso más cómodas al circuito y sus inmediaciones, donde ayer se concentraban miles de aficionados, curiosos y visitantes casuales. Los taxis disfrutan de acceso libre a zonas restringidas al resto de vehículos y cargan pasajeros en cuanto quedan libres. Solo han sufrido los nervios de algún policía local, empeñado en aligerar el tráfico a los coches acreditados, que ha llegado a multar a un taxista por cargar un cliente a cinco metros de la parada oficial, junto a la entrada principal al circuito.

Las paradas de Neptú y Grau del tranvía de Valencia también registraron ayer una afluencia inusual de público. Los maquinistas de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana siguen en huelga, pero los servicios mínimos del 90% y un servicio especial de atención a los visitantes que usaban por primera vez el tranvía en Valencia, paliaron los efectos del conflicto laboral.

Los bares ubicados en las inmediaciones del circuito también tienen razones para celebrar el evento. Locales más bien modestos se vieron desbordados ayer por una avalancha de público que solicitaba refresco en varios idiomas. Algún camarero perdió los nervios, momentáneamente, al sentirse atosigado por varios clientes de forma simultánea.

No está claro que los responsables de los tres concesionarios de automóviles que optaron por plantar sobre la acera vehículos en promoción especial con ocasión del gran premio tuvieran éxito.

Sí resultó eficaz la caseta que plantó Ferrari en el arranque de la avenida del Puerto para vender gorras y camisetas con la marca del fabricante italiano.

Angélica Such, consejera de Turismo, también se mostró exultante. Según la Generalitat, las 16.000 plazas hoteleras de la ciudad de Valencia y las otras 5.000 que ofrece su entorno metropolitano estaban ocupadas al 100%. "El Gran Premio de Europa de Fórmula 1 supondrá un nuevo impulso al turismo de la Comunidad Valenciana gracias a la fuerte atracción que este evento tiene sobre los aficionados al motor de todo el mundo", reiteró la responsable autonómica de Turismo.