Un capricho sensorial

No es un hotel al uso, ni un restaurante. Pero admite huéspedes y su cocina tiene una estrella Michelin. Bienvenidos a la casa privada de Arnaud y Véronique Daguin en la localidad francesa de Hasparren, cerca de la frontera con España (a 56 kilómetros en coche desde Irún). Un hito del minimalismo rural. El hogar de los Daguin es fruto de una sencilla, aunque meticulosa, rehabilitación de un caserío vasco del siglo XVIII cuya idea fuerza es una escalera central que precede a la cocina hortícola de Arnaud, sin más aderezo ornamental que la propia estructura del edificio, obra del arquitecto Xavi...

No es un hotel al uso, ni un restaurante. Pero admite huéspedes y su cocina tiene una estrella Michelin. Bienvenidos a la casa privada de Arnaud y Véronique Daguin en la localidad francesa de Hasparren, cerca de la frontera con España (a 56 kilómetros en coche desde Irún). Un hito del minimalismo rural. El hogar de los Daguin es fruto de una sencilla, aunque meticulosa, rehabilitación de un caserío vasco del siglo XVIII cuya idea fuerza es una escalera central que precede a la cocina hortícola de Arnaud, sin más aderezo ornamental que la propia estructura del edificio, obra del arquitecto Xavier Leibar. Su acceso exige un tránsito litúrgico entre piedras que anticipa la experiencia sensorial que se propone en el interior. Sólo hay cinco dormitorios en los que perder el sentido, algunos con una bañera de obra al pie de la cama y vistas al monte Ursuya. La experiencia puede parecer cara, pero sin igual: 650 euros el alojamiento para dos personas en habitación doble, con desayuno y cena gastronómica incluidos. Un capricho muy especial.