"Desde que salimos oíamos el ruido de la rueda"

Los viajeros del autobús volcado en Oropesa dicen que "se movía mucho"

Una treintena de los pasajeros del autobús que sufrió el domingo un accidente en Oropesa del Mar (Castellón), en el que fallecieron ocho personas, llegaron ayer a Barcelona, donde les esperaban amigos y familiares. Lo hicieron todavía conmocionados, casi todos con vendas o collarines y tapándose el rostro con el hijab o periódicos por la presencia de numerosas cámaras.

Ashma se ponía muy nerviosa al contar lo sucedido hacía apenas 20 horas. Era de las pocas que casi no había sufrido ningún rasguño. "Estaba en el lado del autobús adecuado", comentaba. Pero el chico que se sentaba ...

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Una treintena de los pasajeros del autobús que sufrió el domingo un accidente en Oropesa del Mar (Castellón), en el que fallecieron ocho personas, llegaron ayer a Barcelona, donde les esperaban amigos y familiares. Lo hicieron todavía conmocionados, casi todos con vendas o collarines y tapándose el rostro con el hijab o periódicos por la presencia de numerosas cámaras.

Ashma se ponía muy nerviosa al contar lo sucedido hacía apenas 20 horas. Era de las pocas que casi no había sufrido ningún rasguño. "Estaba en el lado del autobús adecuado", comentaba. Pero el chico que se sentaba a su lado no corrió la misma suerte. "Estaba en la fila tres. Cuando pinchó la rueda oímos un ruido... Se fue al otro carril, volcó... El chico que estaba a mi lado creo que está muerto. Los que iban detrás salieron disparados por la luneta...", relató.

"Sólo he necesitado un collarín. Algunos han muerto. Ha sido una pesadilla"
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La mayoría de los pasajeros, de nacionalidad marroquí, venían de pasar unas semanas de vacaciones en su país de origen. Samira, una de las viajeras, llevaba el ojo vendado, y aún así sostenía que estaba bien. "No me pasa nada... Gracias a Dios estamos vivos", repetía. Samira y su marido regresaban a Barcelona tras pasar quince días con su familia en Alhucemas. Se desplazaron en bus hasta la costa norte de Marruecos, allí se subieron al ferry y en Almería les esperaba el autobús que les debía transportar hasta la capital catalana. "Llevábamos 24 horas de viaje. Estábamos muy cansados y nos quedamos dormidos enseguida", explicó el marido, que declinó dar su nombre. "Desde que salimos, pero sobre todo cuando estábamos por Murcia, oíamos el ruido de la rueda... Al principio pensaba que eran los amortiguadores. Pero no, era la rueda. El autobús se movía mucho", aseguró el hombre. Ambos se despertaron de repente cuando oyeron el ruido. "Un golpe fuerte", resumió. Y luego ocurrió el accidente. "Pasamos un miedo terrible y seguimos con el susto por dentro".

Otra de las pasajeras, que tampoco quiso dar el nombre, iba con su madre en el autobús. En la estación de Sants de Barcelona aguardaban sus hermanos. Al llegar arrancó a llorar. "Sólo he necesitado un collarín. Algunos han muerto. Ha sido una pesadilla", dijo. La mujer también aseguró que había oído el ruido de la rueda buena parte del viaje. "Íbamos casi todos descansando o durmiendo, el viaje era muy largo y cansado. Luego cayó el autobús... Nos llevaron a un hospital donde nos atendieron muy bien y luego al hotel", resumió no sin dificultades la mujer.

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Ayer por la tarde se produjo otro grave accidente en la N-301 en el municipio de La Puebla de Almoradiel en el que fallecieron tres personas, dos de ellas carbonizadas. El siniestro se produjo cuando un camión que transportaba madera arrolló a tres vehículos que se encontraban detenidos en la carretera a causa de unas obras. Uno de los coches se incendió debido al impacto. Sus dos ocupantes murieron por el efecto de las llamas.

Supervivientes del autobús accidentado llegan a la estación de Sants, en Barcelona.MARCEL·LÍ SÀENZ

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